PERU: UNESCO al rescate del centro histórico de Lima

El director general de la UNESCO, Federico Mayor, recibió hoy las llaves de esta capital, cuyo centro histórico ha sido declarado patrimonio de la humanidad por ese organismo, condición que podría perder por su grave deterioro.

Para impedir este proceso y en atención a los esfuerzos de su nueva administración municipal, UNESCO (Organizacion de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) está dispuesta a buscar en la comunidad internacional entre cinco y 12 millones de dólares como apoyo al plan de rescate, dijo Mayor.

Precisó que un primer convenio, por 19.000 dolares, destinado a cubrir un estudio preparatorio del programa de rescate, fue firmado este lunes y será abonado en fecha proxima.

El centro histórico de Lima tiene perfiles urbanos muy especiales, porque la ausencia de lluvias y su suave clima permitieron el desarrollo de una arquitectura colonial que aprovechó las virtudes plásticas del barro y se adornó con los arabescos de los balcones tallados y las rejas de hierro.

Esas peculiaridades hicieron que Lima, la ciudad con el mayor número de balcones en el mundo, fuera declarada hace seis años Patrimonio Monumental por la UNESCO.

Pero el centro histórico de la capital peruana está en proceso de acelerada tugurización y su administración municipal busca respaldo internacional para reordenarla y salvarla de la vergüenza de que la UNESCO le retire su categoría de patrimonio monumental.

Ese es el marco en el que Mayor realiza su segunda visita a Lima, cuyas autoridades lo declaron nuevamente Huesped Ilustre en una ceremonia con la consabida entrega de las llaves de la ciudad.

Mayor tiene una cargada agenda de trabajo en los dos días que visitará Perú. Se entrevistará con el presidente Alberto Fujimori y el ministro de Educación, Dante Córdova, para conocer los proyectos de reforma educativa, y con el alcalde de Lima, Alberto Andrade, para analizar la situación de esta vieja capital.

En las 80 manzanas que componen el centro histórico de Lima, área amurallada durante el virreinato español para protegerla de los piratas y bucaneros, hay ahora más de 30.000 vendedores ambulantes y por sus angostas calles circulan cien líneas de autobuses y un millón y medio de transeuntes.

El resultado de esa congestión es una acelerada tugurización, se calcula que unas 900 viviendas corren peligro de caerse, las empresas más importantes han escapado hacia otros barrios y en sus calles atestadas de basura pululan prostitutas, ladrones carteristas y mendigos.

"Lima esta 'calcutizada', para usar un término usado internacionalmente por los urbanistas para aludir al grave deterioro social existente en Calcuta, en la India", comentó Teresa Chipoco, arquitecta y experta en desarrollo regional.

Chipoco, ex directora del Instituto Nacional de Planificación de Peru, es consultora de la nueva administración municipal de Lima, cuyo recientemente electo alcalde ha iniciado una intensa batalla para recuperar los valores urbanos de la antigua ciudad.

"Lima ha sido abandonada por su anterior administración municipal, que se enfrascó en una paralizante contienda con el gobierno central", dijo Chipoco.

"Lo primero que tenemos que hacer es ordenar, poner fin al caos, restablecer la autoridad municipal y racionalizar su aparato administrativo", dijo este lunes Andrade.

El alcalde ha abierto muchos frentes de lucha: los empleados municipales rechazan su intencion de privatizar los servicios de recolección de basura y de reducir la excesiva burocracia.

"Mayor casi fue recibido por una huelga de trabajadores, que probablemente iba a estar acompañada de las habituales acciones violentas del sindicato municipal, que anteriormente capturó la sede comunal y tomó como rehén al anterior alcalde", señaló la analista Beatriz Angulo.

Pero la batalla más dura, que ya ha costado varios heridos, es la librada contra los vendedores ambulantes, que se resisten a desalojar las calles, algunas de las cuales están tan abarrotadas por ellos que se ha suspendido el tránsito de automóviles.

Para desalojar a los ambulantes, el alcalde rohibió los depósitos nocturnos de carretillas, que funcionaban en locales que son cocheras durante el día y no los deja ingresar al centro.

También dividió el centro histórico en microzonas, para negociar con los ambulamtes allí instalados e inducirlos a convertirse en comerciantes formales mediante la adquisición, en forma corporativa, de locales abandonados y abrir mercados.

Ha tenido algunos éxitos con su programa de microzonas, como en la calle Caqueta, en donde 350 vendedores ambulantes decidieron aportar 3.900 dólares cada uno, para el pago inicial en la compra de una planta automotriz abandonada, situada en el borde de la zona central urbana, para abrir galerías comerciales.

Pero en la mayoría de las microzonas, los vendedores ambulantes se niegan a abandonar las calles y están dispuestos a defenderlas violentamente.

Así ocurrió en las inmediaciones del Palacio de Justicia, en donde los vendedores de artículos de ferretería y de artefactos de contrabando rechazaron a pedradas a la policía municipal.

"Los vendedores ambulantes se resisten a abandonar las calles no sólo porque no quieren pagar local, sino también porque en las condiciones ambulatorias pueden evadir el pago de los impuestos", afirmó Andrade. (FIN/IPS/al/ag/cr/96)

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