El gobierno del presidente de Paraguay, Juan Carlos Wasmosy, no logró acuerdos significativos con los grupos campesinos que protagonizaron hoy una gran marcha sobre esta capital.
Unos 30.000 labriegos, que se reunieron frente a la sede del parlamento, escucharon desesperanzados la propuesta gubernamental de constituir un grupo de trabajo que profundice el estudio de sus demandas presentadas.
El ministro de Agricultura, Arsenio Vasconcellos, llegó hasta el sitio donde estaban reunidos los manifestantes y tropezó con un inesperado problema: no dominaba el guaraní, idioma que emplean con predominancia los labriegos, por lo cual fue abucheado inmediatamente por los presentes.
Posteriormente, el secretario de Estado dijo que el gobierno no había formulado promesas que no podrá cumplir, pero que ofrece en cambio un mecanismo de trabajo que puede conducir al análisis y la solución de los grandes problemas que aquejan al sector campesino.
Declaró asimismo a los manifestantes que el gobierno tiene la voluntad política de encarar una reforma agraria integral, por lo que propone concretamente la creación de un grupo de trabajo formado además por representantes del Poder Legislativo y de los campesinos.
Alberto Areco, quien integró la delegación campesina que se reunió previamente con Wasmosy, manifestó su desesperanza por la respuesta obtenida.
Hblando en fluido guaraní acusó al gobierno de ni siquiera estudiar las múltiples propuestas de acción que habían presentado.
Luego dijo gritando que la ocupación de tierras es "el único camino que queda" y proclamó que seguirán los "cortes de ruta" como expresión de protesta de los hombres del campo.
Herminio Melgarejo, otro de los dirigentes que se reunió con Wasmosy, afirmó que el gobierno no respondió concretamente a los planteos que le fueron formulados. "Seguirá la lucha", afirmó.
Si bien los dirigentes de la coordinadora campesina prometieron estudiar la propuesta oficial, se descarta que la rechazarán.
Entre las demandas de los labriegos figura el establecimiento de un precio "justo" para el algodón, la realización de una reforma agraria integral, la separación de Paraguay del Mercosur, la expropiación de los latifundios improductivos y la despartidización de las instituciones públicas.
Respecto al precio del algodón, el principal producto del país, el gobierno elevó al parlamento un proyecto de subsidio que implicará gastos por 20 millones de dólares.
La marcha campesina tuvo amplio respaldo de la población de Asunción, así como de la Iglesia Católica.
En la noche de este jueves unas 200 monjas prepararon el desayuno y la cena para los dirigentes que llegaban del interior del país. (FIN/IPS/ct/dg/ip/96)