La decisión del gobierno de Papua- Nueva Guinea (PNG) de reanudar la campaña militar para terminar con el movimiento separatista de la isla Bougaiville, en el Pacífico, no resolverá el problema sino solo provocará un baño de sangre innecesario, previnieron observadores políticos.
Tras el fracaso de las conversaciones de paz que se prolongaron durante 18 meses, el primer ministro de PNG, Julian Chan, anunció la semana pasada que "los criminales que siguen matando, destruyendo y desestabilizando la paz tan deseada por todos afrontan su hora más oscura".
Chan afirmó que la "charla" había fracasado en resolver la crisis, y ya era tiempo de buscar otras opciones. Acusó a los propagandistas de la independencia, que viven en el exterior, de haber saboteado las conversaciones de paz mediante la instigación de una reciente serie de ataques contra las tropas gubernamentales.
El primer ministro admitió que las últimas acciones armadas causaron la muerte de 12 soldados.
El anuncio del primer ministro se produjo un día despues que el nuevo jefe del ejército, brigadier general Jerry Singirok, de 42 anos, el comandante más joven de las fuerzas de defensa de PNG, descartó cualquier solución militar para el conflicto de ocho años.
Singirok, quien fué el anterior titular de inteligencia, declaró que el movimiento separatista, el Ejército Revolucionario de Bougaiville (BRA) tiene suficiente apoyo de la comunidad para resistir una campaña del gobierno.
Los observadores dijeron que el gobierno de todas maneras realizará una campaña militar, y sugirieron que la decisión fué políticamente motivada porque las elecciones generales se realizarán dentro de dos años.
"The National", uno de los principales diarios de PNG, previno que Chan había tomado una "trágica y equivocada decisión", sometiéndose a presiones del gabinete y la comunidad.
"Una vez más, la población inocente podría encontrarse atrapada entre los rebeldes y las fuerzas del gobierno", dijo el diario, y recvordó que cuando los militares estuvieron anteriormente en la ofensiva el BRA resultó victorioso.
"Nuestro temor es que la búsqueda de la opción militar sobre Bougainville simplemente revalidará lo que ha sido ampliamente desacreditado, la imágen e impacto de los rebeldes, y a un costo humano inaceptable", agregó.
Miles de personas perecieron, tanto en la lucha guerrillera como por falta de medicamentos, desde que el conflictro estalló en 1988.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se cree que más de 5.000 niños murieron por enfermedades curables debido a la falta de medicamentos o atención sanitaria.
Desde que PNG declaró su independencia de Australia en 1975, se ha visto turbada por una amenaza secesionista que, junto a una ola de demandas compensatorias de terratenientes, ha mutilado el desarrollo de las reservas minerales del país.
Los disturbios iniciales se vieron atenuados en 1976 cuando los separatistas obtuvieron su autogobierno. Sin embargo, las relaciones siguieron tensas y, en 1988, se produjo un baño de sangre cuando los propietarios de tierras, que exigían compensaciones de una compañía minera australiana, iniciaron esporádicas acciones guerrilleras.
Bougainville Cobre Limitada, que operó la mina Panguna desde 1972, cerró indefinidamente las instalaciones en 1989 luego que se intensificaron las irrupciones y sabotajes. El complejo minero australiano se negó a satisfacer las demandas de indemnización de los terratenientes por 10.000 millones de dólares en concepto de daños ambientales.
Desde entonces, el gobierno de PNG ha enviado miles de soldados a la isla pero no lograron aplastar la rebelión, que declaró la independencia de la isla en 1990 y mantuvo su completo control hasta 1992.
Sin embargo, el fracaso del ejército rebelde para obtener algún reconocimiento internacional, sumado a su autoritaria forma de gobierno, lo hizo impopular entre la mayoría de los 100.000 habitantes de la isla y, bien pronto, los jefes tribales de Bougainville alentaron los esfuerzos gubernamentales para reconquistar el control.
En la actualidad, existen dos administraciones en la isla. Port Moresby instaló su propio gobierno de transición en Buka, mientras que el gobierno provisorio respaldado por el ejército revolucionario tiene su sede en Aieta.
Gobierno y negociadores de Bougainville tenían previsto realizar una tercera ronda de conversaciones en abril para considerar el desarme de ambos bandos, una amnistía para los rebeldes y el futuro político de la isla. No obstante, el anuncio de Chan la semana pasada sugirió que esas conversaciones están suspendidas.
El primer ministro acusó a los jefes rebeldes Francis Ona y Joseph Kabui, y los responsables de la campaña en el exterior, Martin Miriori, Mike Forster y Moses Havini, de ser "egoístas con motivos malignos".
"Ellos no están luchando físicamente la batalla. Comandan a distancia", dijo Chan. "La sangre que ha sido salpicada no es suya, esa sangre proviene de gente inocente, de mujeres y niños".
La decisión de levantar el cese del fuego, que fué negociado con el líder militar del BRA, Sam Kauona, poco despues que Chan asumió la jefatura del gobierno a comienzos de septiembre de 1994, ha devuelto plenos poderes a la Fuerza de Defensa de PNG, los cuales le fueron otorgados el 23 de diciembre de 1988.
El anuncio de Chan se produjo luego que cinco miembros de las fuerzas de seguridad resultaron abatidos, mientras el BRA intensifico sus ataques en la isla de Buka, fuera de la costa de Bougainville. Esto llevó el total de miembros de las fuerzas de defensa abatidos en marzo a 10. Otros dos se consideran desaparecidos y, presumiblemente, muertos.
Líderes en la isla de Buka, tras la agresión, demandaron el levantamiento del cese del fuego. En las últimas dos semanas el lugar fué una población fantasma con los comercios, su único banco, la oficina de correos y las estaciones oficiales de radio cerrados. El aeropuerto tambien fue clausurado al tráfico civil.
Los rebeldes afirmaron que sus ataques tuvieron fines de represalia.
El mes pasado, la casa del portavoz rebelde Miriori, en Honiara, capital de las vecinas islas Salomón, fué incendiada. El BRA denuncio que el gobierno de PNG estaba detrás del siniestro, en tanto el ejecutivo culpó a disidentes separatistas. (FIN/IPS/tra-en/dr/cpg/ego/ip).
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