Altos directivos de la banca internacional radicada en Panamá estimaron que ese negocio se mantiene "fuerte y competitivo" pese a que su crecimiento bajó de 25,8 por ciento a 3,1 por ciento entre 1994 y 1995.
Los depósitos de los 108 bancos locales y extranjeros que operan en este país pasaron de 26.078 millones de dólares en 1993 a 32.807 millones en 1994, el segundo registro más alto de la década, luego de 1992, cuando crecieron un 49,4 por ciento.
Sin embargo, la desaceleración de la economía panameña y la crisis financiera en México y en Argentina, a inicios de 1995, provocaron que el crecimiento de la banca local bajara el último año a sólo 3,1 por ciento, según indicó el presidente de la Asociación Bancaria Panameña (ABP), Julio Antelo.
"Todo lo que suceda en América Latina, como lo ocurrido en México y Argentina (conocidos como efecto 'Tequila' y 'Tango') afectan el centro bancario internacional de Panamá", declaró Antelo a IPS.
El banquero explicó que si se compara el movimiento de las operaciones de 1995 con el crecimiento "espectacular" ocurrido entre 1990 a 1994 se puede llegar a la conclusión de que el negocio comienza a perder fuerza, "pero eso no es así".
A su juicio, el 3,1 por ciento de crecimiento en 1995 "es mucho más real" que el de 1990 a 1994, cuando regresaron los capitales que habían salido temporalmente del país debido a la crisis política que sufrió Panamá entre 1987 y 1989, durante el régimen del depuesto general Manuel Noriega.
En ese período los depósitos bancarios bajaron de alrededor de 38.000 millones a menos de 15.000 millones de dólares.
No obstante, Antelo admitió que en 1995 los depósitos externos de bancos decrecieron 7,1 por ciento respecto a 1994, a consecuencia "del traslado de registros por parte de algunos bancos por decisión de sus oficinas principales".
Ese rubro fue de 5.317 millones de dólares en 1993, 7.547 en 1994 y 6.422 millones el año pasado.
Como contrapartida, se incrementaron los créditos externos orientados hacia empresas y particulares de 12.234 a 13.785 millones de dólares, así como la cartera de créditos internos, que pasó de 6.524 a 7.156 millones de dólares.
En el rubro valores también hubo un descenso en operaciones externas, de 2.177 a 1.864 a millones de dólares, así como en activos extranjeros, que disminuyeron de 1.318 a 1.168 millones de la divisa estadounidense en ese mismo período.
En cambio, aumentaron los depósitos internos a la vista y a plazo fijo, de 1.707 a 2.058 millones de dólares entre 1994 y 1995.
"Ahora que la banca ha llegado a su nivel de operaciones reales", precisó Antelo, en Panamá "se tienen que crear condiciones para ampliar el negocio y atraer el dinero que ahora no llega desde otros países" por impedimentos legales.
Además de adecuar la ley que rige el centro bancario, que data de 1970, la ABP sugiere la creación de una superintendencia bancaria y una ampliación de las funciones financieras para que los bancos puedan incursionar en el mercado de valores y en los seguros, entre otros.
El también directivo de la ABP, Audoro Jaén, indicó a IPS que si se amplían las funciones de la banca a través de una nueva ley, el centro bancario podría dar otro salto en materia de crecimiento real, como ocurrió en la década de 1980.
La presencia de un sólido centro bancario internacional brinda al país, además de prestigio, oportunidades de acceso a créditos y otras operaciones financieras para la economía local, así como alrededor de 10.000 empleos bien remunerados, señaló Jaén.
A pesar de que entre 1994 y 1995 el ritmo de crecimiento de la economía local bajó -de 4,7 a menos de 2,6 por ciento- y a la caída de depósitos externos, los préstamos internos para viviendas, el agro y consumo personal aumentaron 11,9, 8,2 y 23,7 por ciento, respectivamente en el período. (FIN/IPS/sh/dg/if/96)
