El cambio a la gasolina sin plomo en Nueva Zelanda desató la indignación de propietarios de automóviles y demostró ser difícil de manejar para un gobierno conservador que intenta dar una imagen ecologista en un año electoral.
Los automovilistas, quienes vinculan recientes explosiones de motores a la gasolina sin plomo 96-octano, introducida dos meses atrás, sostienen que el cambio ha resultado ser más peligroso para su salud que la gasolina con plomo que antes utilizaban.
Pocas semanas atrás, Tony Whitehead, propietario de un avión con motor de automóvil Volkswagen descubrió la pérdida de nueve de los 20 litros de combustible durante el vuelo.
A la publicación del caso siguieron informes de una serie de incendios inexplicables en varios vehículos. Uno de los últimos modelos de BMW se prendió fuego, según se cree, debido al daño causado en el sistema de combustible, y un Ford Cortina de 1981 se incendió después que su tanque fuera cargado con la gasolina sin plomo.
Una ola de quejas a las compañías que abastecen combustible condujo a una campaña de los medios aconsejando a los automovilistas a estar alerta ante la posible pérdida de combustible en sus vehículos.
Conductores informaron sobre constantes dolores de cabeza, desajustes de la visión y náuseas, y mecánicos presentaron problemas similares, mientras algunos dejaron de usar sus automóviles.
Pero las empresas que venden gasolina se han negado a retirar del mercado el nuevo producto sin plomo. La vocera de la industria Beppy Holms insiste en que no hay suficientes evidencias de que el nuevo combustible sea la causa de los problemas reportados.
"La gente tiene problemas con sus automóviles todo el tiempo. y no todos están necesariamente ligados al combustible", sostuvo la vocera.
Las empresas afirman que la gasolina sin plomo 96-octano es similar a algunas mezclas que se venden sin problemas en Australia y otros países.
No obstante, el gobierno, que este año enfrenta elecciones, solicitó a las empresas que garanticen la seguridad del producto. Pero las compañías no han dado tales garantías, limitándose a decir que la gasolina sin plomo es segura para los componentes de motores aprobados por los fabricantes.
Pero con millones de dólares en juego, las compañías Shell, Mobil, BO y Caltex se comprometieron a crear un fondo de compensación para los propietarios que pudieran probar que el daño causado a sus automóviles se debió al uso de la gasolina sin plomo 96-octano.
Los ejecutivos de la industria de los derivados del petróleo sostienen que si hay algún problema con el combustible, probablemente se deba al uso de aditivos aromáticos.
"Los experimentos con componentes de caucho de los automóviles determinarán si diferentes mezclas y niveles de aditivos aromáticos tienen algún tipo de efecto sobre los componentes de caucho de los motores", dijo el representante de BP Rick Webber. Los resultados se darán a conocer dentro de tres semanas.
Los grupos ambientalistas que alabaron al gobierno por introducir la gasolina sin plomo, ahora exhortan a las autoridades a aguardar los resultados de las pruebas, señalando que otros países utilizan este tipo de gasolina sin ningún problema.
Pero el público motorizado y los medios presionan al gobierno del Partido Nacional de Jim Bolger para que suspenda la venta de gasolina sin plomo más temprano que tarde. Las empresas gasolineras, que arriesgan pérdidas de millones de dólares, afirman que la medida no es realista.
Mientras, trabajadores de las estaciones de servicio informan diariamente ser blanco de insultos de clientes cuyas quejas abarcan daños en los componentes de caucho de los motores, mal funcionamiento y filtraciones de combustible que generan incendios. (FIN/IPS/tra-en/kc/cpg/lp/en/96)