El primer ministro nepalés, Sher Bahadur Deuba, que arriesga una moción de desconfianza en las próximas 48 horas, comprobó en carne propia que en política no hay amigos.
Cuando asumió el poder en diciembre pasado, Deuba y sus socios de coalición, el promonárquico Partido Demócrata Nacional (NDP) y el regional Partido Sadbhavana de Nepal (NSP), prometieron mantenerse unidos durante los cuatro años de mandato legal.
Sin embargo, apenas seis meses más tarde, la alianza tripartita – Deuba pertenece al centrista Congreso Nacional (NC)- está enfangada en rivalidades internas, lo que provocó temores que una nueva etapa de inestabilidad política empobrezca aún más este reino himalayo.
Deuba es el cuarto jefe de gobierno nepalí en seis años. En 1990, un levantamiento prodemocrático acabó con 30 años de monarquía absoluta y obligó al rey a convocar elecciones.
No obstante, rivalidades políticas han impedido a los gobiernos sucesivos de resolver los problemas crónicos de pobreza que afectan al país. Nepal es una de las naciones más pobres del mundo con un ingreso promedio anual por persona de 190 dólares.
"Cambiar el gobierno cada seis meses, por cierto, no es una tendencia saludable para consolidar la democracia", declaró el ex ministro Nilamber Acharya. "La responsabilidad está en los principales partidos políticos por la inestabilidad que provocan…".
Desde que fué derrocado el año pasado por la coalición de Deuba, a través de un voto de censura en el parlamento, el opositor Partido Marxista-Leninista Unido (UML-comunista) ha estado agazapado esperando su oportunidad.
El gobierno ha jugado solo en favor de la oposición, a raíz de las disputas entre el NC y el NDP, y ha brindado a los comunistas la oportunidad de hacer votar una moción de desconfianza contra Deuba en la Camara de Representantes con 205 escaños.
El rey Birendra, monarca constitucional de Nepal, ha convocado una sesión especial del parlamento el miércoles para debatir la moción de desconfianza.
La iniciativa llevó a postergar la convencion nacional del NC para elegir a su nuevo jefe, que debió comenzar el 31 de marzo. No obstante, el ex primer ministro Girija Prasad Koirala tiene esperanzas de ganar la presidencia de la agrupación y disputarle el gobierno a Deuba.
Sin embargo, el abrumado primer ministro nepalí debió cancelar tambien su visita oficial a China entre el 21 y 26 de marzo debido a la tormenta política.
Los comunistas han acusado al gobierno de Deuba, entre otras cosas, de "crear inestabilidad política, amenazar la paz y tranquilidad, violar los derechos humanos… y destruir la economía nacional con políticas erradas".
El desafío se produce en un mal momento para el primer ministro, que debe hacer frente a una insurrección de inspiración maoísta (por el extinto líder comunista chino Mao-se Tung) en los distritos montañosos de Nepal, la cual este mes ya causó 12 muertos.
La represión gubernamental contra los maoístas, que atacaron puestos policiales y a terratenientes en seis de los distritos más pobres del país, provocó una andanada de críticas de parte de casi todos los partidos políticos, exceptuando aquellos de la coalición.
Deuba todavía podría derrotar la moción de desconfianza basándose en la fuerza de su coalición, pero la iniciativa comunista causó una división vertical en el NDP, un miembro clave de la alianza de gobierno.
El partido de los monárquicos cuenta con 19 escaños y su apoyo es crucial para el gobierno minoritario. El NC de Deuba tiene 83 bancas en el parlamento y los comunistas poseen 88. El primer ministro necesita al menos 103 votos para derrotar la moción de desconfianza.
Las posibilidades son que el NDP no vote como un bloque porque una división del partido es inminente. El partido está dividido acerca del voto de desconfianza. El viernes pasado 10 legisladores del NDP declararon su apoyo a Lokendra Bahadur Chand, un líder del NDP que pretende estrechar manos con los comunistas de modo de poder encabezar un gobierno.
Las dificultades de Deuba han sido juzgadas inevitables por analistas políticos locales, que consideran a su partido no demasiado diferente respecto al NDP en lo que respecta a políticas y programas.
"A pesar de que el NC y el NDP tienen distintos antecedentes, representan a los mismos sectores de la sociedad. Por eso es que necesariamente deben chocar", apuntó Acharya.
La semana pasada numerosas organizaciones de base del NDP pidieron a la dirección del partido que abandone la coalición debido a las dificultades que el gobierno afronta en los distritos.
Ram Thapa, un activista del NDP en el sudoeste de Nepal, declaró que "pensamos que podíamos convivir con el NC en los distritos. Pero la alianza con el centro nos ha debilitado porque el NC nos ha estado quitando partidarios".
El NDP ha pedido al primer ministro que despida a cuatro de sus ministros, a los cuales acusan de negligencia en los distritos. Deuba, hasta ahora, no ha adoptado ninguna medida.
Sin embargo, el primer ministro deberá sacrificar a sus hombres si quiere conservar el poder. La facción del NDP que prometió apoyarlo el miércoles en el parlamento condicionó su voto al despido de los ministros. (FIN/IPS/tra-en/sp/an/ego/ip).
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