NAMIBIA: Tensión ante graves acusaciones a partido de gobierno

La gobernante Organización Popular del Sudoeste Africano (SWAPO), de Namibia, acusada de cometer atrocidades contra sus propios partidarios durante la guerra de liberación, advirtió que las denuncias divulgadas pueden provocar un "baño de sangre".

Siegfried Groth, un pastor luterano alemán que se desempeñó en campamentos de la SWAPO en Angola durante la guerra y fue testigo de violación de los derechos humanos, documenta numerosos casos en "Namibia: El muro de silencio", un libro que será presentado formalmente el sábado en Windhoek.

El libro explica que varias personas fueron detenidas y torturadas por la mera sospecha de espionaje a favor del ya desaparecido régimen de apartheid (segregacionista) de Sudáfrica.

Algunas víctimas mencionadas en el libro fueron entrevistadas por la televisión, y las revelaciones provocaron una inundación de cartas a los periódicos y llamadas telefónicas a programas abiertos de radio en demanda de información sobre los hechos del pasado y de un inmediato acto de contrición de los culpables.

Groth afirmó que la política de reconciliación nacional ensayada por el gobierno tras la independencia en marzo de 1990 sólo intenta ocultar el pasado.

Las denuncias provocaron la reacción de altos dirigentes de la SWAPO encabezados por el presidente Sam Nujoma.

En un mensaje a la nación, Nujoma calificó el libro de Groth de "historia falsa" y advirtió que el propósito de revisión de hechos que alienta al autor puede causar "un baño de sangre" en el país.

Nujoma también arremetió contra Christo Lombard, profesor de teología en la Universidad de Namibia, quien colaboró en la publicación del libro, acusándolo de haber apoyado el apartheid durante la guerra.

El presidente intimó a Lombard a abstenerse de "fomentar nuevas formas de odio". En las celebraciones del sexto aniversario de la independencia, el 21 de este mes, Nujoma reiteró su compromiso con la intentada reconociliación nacional y honró a quienes murieron durante la guerra de liberación.

"Lo ocurrido con los detenidos de la SWAPO fue normal, ya que acontece en toda situación de guerra, y el tema no debe ser tocado, en nombre de la reconciliación", declaró el secretario general de la SWAPO, Moses Garoeb.

Garoeb afirmó que resulta preceptivo en toda situación de guerra que "cualquier traidor o sospechoso de espía sea eliminado".

Exigir a la SWAPO que pida perdón "es un insulto que jamás aceptaremos", dijo Garoeb. Agregó que la SWAPO fue "insultada y provocada" por "elementos irresponsables y antipatrióticos y remanentes foráneos del fascismo".

Garoeb advirtió que los denunciantes obligan a la SWAPO a emprender una nueva guerra, y exhortó a los simpatizantes del partido a tomar previsiones para defenderse de "las fuerzas demoniacas".

Como resultado de la polémica, el Consejo de Iglesias anunció la convocatoria a una conferencia de detenidos de guerra. Garoeb señaló que esa decisión siginfica un desafío directo a la política de reconciliación.

"La SWAPO hará responsables a los organizadores de la conferencia de las consecuencias no deseadas que resulten de tan irresponsable encuentro", manifestó el secretario general.

La reacción de los dirigentes del partido fue condenada por numerosas organizaciones de derechos humanos.

El Consejo de Iglesias consignó en una declaración de prensa que el mensaje de Nujoma no sólo representó un ataque contra la libertad de expresión, sino que también "contenía acusaciones que provocan temor e incertidumbre entre sectores sociales".

La cuestión de los detenidos "debe abordarse honesta y justamente", exigió el Consejo de Iglesias, cuyo director, Nakamera, cree que los líderes de la SWAPO temen verse implicados en los hechos denunciados.

La Sociedad Nacional para los Derechos Humanos (NSHR) también acusó a Nujoma de "atacar la libertad de expresión y surpimir la publicación de informaciones acerca de graves violaciones a los derechos humanos" perpetradas supuestamente por la SWAPO durante la guerra.

El abogado Dave Smuts señaló que en seis años, el gobierno "no se ha ocupado de las violaciones a los derechos humanos" en el pasado.

Ex detenidos son aún estigmatizados en ciertos círculos, especialmente a causa de acusaciones de espionaje que nunca fueron probadas, dijo Smuts.

El Centro de Asistencia Jurídica (LAC) exhortó a Nujoma "a disculparse públicamente, sin dilación, y designar una comisión de verdad y la reconciliación para investigar los delitos contra los derechos humanos cometidos por ambas partes (en guerra) entre 1959 y 1989". (FIN/IPS/tra-en/dn/jm/ff/hd/96).

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