MUJER: Exigen aplicar ley contra violencia doméstica en EE.UU.

El dilema de las inmigrantes víctimas de violencia doméstica en Estados Unidos pareció terminar con la promulgación hace un año de la ley de Violencia contra la Mujer, pero las autoridades de inmigración aún no decidieron cómo implementar la nueva legislación, destacaron activistas.

Hasta el año pasado, las mujeres extranjeras casadas con un ciudadano o residente permanente de Estados Unidos que deseaban escapar de un marido abusivo tenían por únicas opciones legales abandonar el cónyuge y el país o quedarse y soportar el abuso.

Las leyes de inmigración vigentes hasta ese entonces no permitían que tales mujeres se divorciaran y luego solicitaran el permiso de residencia o la "tarjeta verde".

La Ley de Violencia contra la Mujer, promulgada por el presidente Bill Clinton en enero de 1995, pareció acabar con la disyuntiva de estas inmigrantes, pero grupos de activistas afirman que el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) aún no determinó la forma de implementación de la nueva norma.

La ley permite a las mujeres víctimas de abuso en el hogar solicitar por sí mismas la tarjeta verde, aún si abandonan a sus esposos, explicó Rupal Oza, miembro de Sakhi, un grupo que ayuda a mujeres de Asia meridional en Nueva York.

La solicitante del nuevo estatuto debe haber estado casada con un ciudadano o residente permanente de Estados Unidos al menos dos años, y probar ante una corte que contrajo matrimonio "de buena fe", así como el abuso a que la sometía su marido, agregó Oza.

"La ley fue aprobada en enero de 1995 pero el INS aún no procesó ningún caso", destacó Prema Vohra, coordinadora de programa de Sakhi.

Por otra parte, un portavoz del INS explicó a IPS que el organismo aún está estudiando la nueva legislación y preparando su implementación.

Como resultado de la demora, "los abogados que representan a mujeres víctimas de abuso tienen las manos atadas", señaló Roseann Micallef, directora ejecutiva del Centro para los Derechos de los Inmigrantes, de Nueva York.

Además, la posible aprobación en el Congreso de mayores restricciones a la inmigración causaría aún más dificultades a las mujeres inmigrantes que desean huir de sus esposos para permanecer en el país.

Muchas comunidades de inmigrantes son testigo de espeluznantes historias de mujeres que son violadas o asesinadas por sus esposos tras años de silencio. En Nueva York, el pasado septiembre, una mujer bengalí fue rociada con gasolina y quemada viva por su marido.

Sin embargo, la Ley de Violencia contra la Mujer representa, en potencia, un gran avance en favor de las mujeres golpeadas, y una vez aplicada permitirá poner fin a matrimonios que sólo se mantienen debido a la amenaza de la deportación, afirman las activistas.

Desafortunadamente, las inmigrantes casadas con residentes permanentes no pueden divorciarse y continuar trabajando en Estados Unidos, observó Vohra.

La ley ayuda a las mujeres inmigrantes a separarse de sus maridos si así lo desean, pero por otra parte no les permite autosustentarse posteriormente, resaltó Micallef.

Las mujeres extranjeras que desean separarse de sus esposos deben enfrentar también otra serie de problemas, entre ellos la discriminación, no sólo de miembros de sus comunidades sino de abogados e intérpretes designados por la justicia, señaló Vohra.

"Algunos abogados suelen decir cosas como: 'Puede que esto pase dentro de su cultura, pero aquí no sucede'. Es completamente injustificado y ofensivo", manifestó Oza.

Pero los problemas con los intérpretes de tribunales son mucho más graves. Algunos de ellos traducen las historias de abuso de las mujeres del hindi o del bengalí al inglés y luego informan a sus maridos sobre lo que fue dicho, afirmó Vohra, que tiene entre sus clientes mujeres indias, paquistaníes y bengalíes.

Debido al generalizado silencio de muchas víctimas, casi no existen estadísticas en relación a las mujeres inmigrantes que son objeto de abuso. Sakhi acoge mensualmente unas 35 mujeres golpeadas, entre unas 200.000 surasiáticas del área metropolitana de Nueva York.

El Centro para los Derechos de los Inmigrantes reportó cifras similares sobre las mujeres que recurren a su línea telefónica de ayuda a víctimas de violencia doméstica en comunidades de inmigrantes.

En la población general de Estados Unidos, la violencia contra la mujer es también preocupante. Un estudio del Departamento de Justicia indica que el abuso por parte de miembros del núcleo familiar afecta a nueve de cada 1.000 mujeres cada año.

El estudio revela también que en 1992 y 1993 se produjeron cinco millones de actos de violencia contra mujeres y niñas.

La difusión de información sobre la gravedad del abuso, alentada por casos notorios como el juicio de la ex estrella de fútbol O.J. Simpson por el asesinato de su esposa, ha dado lugar a nuevas iniciativas legislativas contra la violencia doméstica.

Micallef considera que la mayor conciencia del problema ha generado nuevos derechos para las mujeres extranjeras víctimas de violencia, particularmente en un momento en que los sentimientos contra los inmigrantes están en aumento.

Sin embargo, para las inmigrantes la promesa de mejora de su situación sigue siendo "más retórica que acción", concluyó Vohra. (FIN/IPS/tra-en/fh/sw-jl/ml/pr/96)

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