Los empresarios chilenos se reunieron hoy para ayudarr a los agricultores a enfrentar la competitividad del Mercado Común del Sur (Mercosur), en tanto el gobierno desestimó las quejas de este sector sobre las negociaciones sostenidas con el bloque subregional.
La Confederación de la Producción y el Comercio decidió este martes solicitar al gobierno que adopte una política agraria que solucione definitivamente los problemas de ese sector.
Pedro Lizana, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), órgano miembro de la Confederación, dijo que aunque para los industriales el acuerdo con el Mercosur es favorable, existen sectores, como el agrícola, que deberán acomodarse y buscar su propio "nicho para desarrollarse".
En tanto, el ministro de Economía, Alvaro García, desestimó las quejas de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) en el sentido de que el acuerdo con el Mercosur signifique el fin del agro chileno.
El equipo negociador chileno decidió, durante las recientes rondas de conversaciones en Argentina, sacar los productos agrícolas tradicionales de las listas de excepción arancelaria, fijando su degravación total en 15 y 18 años.
García desmintió que el sector campesino se vea perjudicado con las actuales condiciones del acuerdo y señaló que lo que en definitiva debe lograrse es la modernización, proceso que puede consolidarse en los 10 años que restan para el comienzo de la desgravación gradual del sector.
El ministro indicó, además, que este es un proceso que ya está en marcha y "prueba de ello es que actualmente el área cultivada con trigo es 60 por ciento de los que era ocho años atrás".
García dijo que la reconversión hacia sectores como la agroindustria implica no sólo un cambio cultural formativo y técnico, sino una modificación en la forma de vida tanto de los empresarios como de los campesinos.
"No es la agricultura la que está en peligro es un subsector minoritario dentro del cual el gobierno se ha comprometido con un amplio espectro, los campesinos, para facilitar su modernización", dijo el ministro.
El canciller José Miguel Insulza también desetimó las críticas de la SNA señalando que debido al vencimiento de las preferencias arancelarias con los países del Mercosur no hay más alternativa que negociar.
Insulza señaló que las preferencias arancelarias que existían con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, los cuatro miembros del Mercosur, debían ahora renovarse con el bloque en su conjunto para no arriesgar a los exportadores chilenos.
"En este momento, más del 50 por ciento de las exportaciones chilenas al Mercosur entran a estos países con algún grado de preferencias", dijo Insulza.
El canciller señaló, además, que no ingresar al Mercosur significaría para los exportadores entrar a ese mercado con aranceles mucho más altos de los que actualmente existen, lo que perjudicaría a la economía chilena en general.
"Soy respetuoso de los problemas que tienen algunos sectores y es necesario que el gobierno y el país se preocupen de ellos, pero hipotecar un acuerdo de la envergadura del Mercosur no es ni económica ni políticamente razonable", dijo Insulza. (FIN/IPS/mjc- agl/ag/if/96)