Un grupo de expertos de Jerusalén finalizó un informe confidencial que analiza diversas soluciones para la disputa sobre la ciudad sagrada y propone dividirla entre los dos pueblos que la reclaman como su capital eterna.
El gobierno de Israel no ofreció detalles, pero fuentes bien informadas confirmaron que el análisis fue encomendado por la cancillería y realizado por el Instituto de Jerusalén para Estudios Israelíes. El informe habría sido enviado también a la Autoridad Nacional Palestina.
Jerusalén es el tema más sensible y complicado del proceso de paz en Medio Oriente. Desde que Israel ocupó la mitad oriental en 1967, construyó asentamientos judíos alrededor de barrios árabes, rodeando efectivamente la población palestina y dificultando la soberanía compartida o la redivisión de la ciudad.
Los negociadores deberán resolver arduos problemas como el de poblaciones mezcladas, cuestiones de soberanía municipal o nacional, fronteras, policía, y aun asuntos mundanos como saneamiento, iluminación y permisos de construcción.
El trabajo de los expertos propone diferentes grados de soberanía compartida entre árabes y judíos. Algunas propuestas otorgan a los palestinos soberanía sobre las partes árabes de Jerusalén oriental, mientras Israel mantendría el control sobre los asentamientos judíos de esa mitad de la ciudad.
Los expertos sugirieron también la presencia de una fuerza de policía palestina en la ciudad, posiblemente para vigilar lugares sagrados de musulmanes y cristianos en la Ciudad Vieja, donde se encuentran la mezquita de Omar y el Templo del Santo Sepulcro.
Otra propuesta sugiere la reconfiguración de los actuales límites de la ciudad para permitir que la mayoría de los asentamientos judíos sean anexados a Israel y que los palestinos puedan controlar sus barrios y tener libre acceso a la ciudad.
El trabajo académico sobre soluciones para el problema de Jerusalén no es algo novedoso. Muchas universidades y grupos de expertos elaboran propuestas desde hace años.
Hace un mes circularon rumores de que los palestinos planeaban transformar Abu Dis, un suburbio árabe de Jerusalén actualmente fuera de los límites municipales impuestos por Israel, en la sede de su nuevo gobierno.
Pero la revelación sobre el nuevo trabajo encargado por la cancillería añadió problemas al gobierno laborista, que aún intenta recuperarse de los últimos atentados con bomba perpetrados por grupos radicales islámicos.
El primer ministro Shimon Peres recibió nuevas críticas del partido opositor Likud tras las noticias del reciente análisis. Peres respondió que la posición de su gobierno respecto de Jerusalén no ha cambiado.
"Todos los rumores sobre planes para dividir Jerusalén son falsos", afirmó Peres ante 50 alcaldes de todo el mundo que llegaron a Jerusalén para participar de una conferencia internacional, esta semana.
"Deseo destacar que Jerusalén no sólo está unida, sino que nos une a todos. Todos estamos juntos en la decisión de mantener a Jerusalén como una ciudad unida, como la capital de Israel y no como la capital de dos estados", insistió el mandatario durante una visita posterior a la base aérea de Tel Nof.
El líder de Likud, Binyamin Netanyahu, replicó que el estudio encargado por el gobierno sobre formas de compartir la soberanía de Jerusalén con los palestinos demuestra que el Partido Laborista está preparado para dividir la ciudad de alguna manera. aborista está preparado para dividir la ciudad de algu