MEDIO ORIENTE: Banco Mundial llama a enfrentar crisis de agua

La creciente escasez de agua dulce obligará a los países de Medio Oriente y el norte de Africa a invertir entre 45.000 y 60.000 millones en la próxima década para hallar nuevas fuentes de suministro y conservar las existentes, afirmó hoy el Banco Mundial.

El Banco promueve para el próximo año la celebración de una conferencia de Medio Oriente y el norte de Africa para buscar soluciones a la crisis del agua que, según advirtió en su informe, amenaza desencadenar conflictos internacionales.

Las tentativas de control de las fuentes de suministro provocaron tensión en los ultimos años entre Turquía y Siria, Turquía e Irak, e Israel y prácticamente todos sus vecinos árabes, señalaron los autores del informe, titulado "De la escasez a la seguridad".

Las dos regiones mencionadas, las más secas del planeta, albergan cinco por ciento de la población mundial, pero sólo disponen de menos de uno por ciento de las reservas en uso de agua dulce.

La presión sobre las fuentes de agua aumentará como resultado del crecimiento de la población y de la contaminación, de la industrialización y de la destrucción de acuíferos debida a su sobreexplotación, según el Banco Mundial.

El territorio palestino de Gaza dispone de unos 55 litros diarios de agua dulce por habitante, frente al promedio de 3.000 litros calculado para Estados Unidos.

La cantidad de agua por habitante en Gaza disminuirá en un plazo de 30 años a sólo 30 litros por día, a menos que se tomen medidas urgentes para remediar la situación, se alertó en el informe.

La financiación de las medidas a tomarse debe proceder principalmente de las mismas regiones afectadas, aunque también será necesaria una contribución de 25 por ciento del total de donantes del exterior, según el plan presentado por el Banco Mundial.

El plan para enfrentar la crisis del agua en Medio Oriente y el norte de Africa comprende cuatro puntos y su lanzamiento se aguarda para la conferencia de 1997 que, en opinión del Banco Mundial, debe tener participación del sector privado, junto a gobernantes y agencias multilaterales.

Setenta por ciento de la inversión prevista por el Banco correspondería a los gobiernos, que obtendrían los recursos financieros de impuestos sobre el consumo de agua.

La comunidad internacional incrementaria 50 por ciento el aporte realizado hasta ahora para sumar 25 por ciento del total exigido, y el resto correspondería a contribuciones del sector privado, según el plan difundido.

El programa contempla la participación popular en la tarea de conservación del agua, el aumento de la eficiencia en el uso de los recursos existentes y la importación de agua dulce, la creación de mercados regionales y locales de agua y, finalmente, la desalinización del agua de mar.

El Banco Mundial aconsejó la reducción de los subsidios al consumo de agua y el estímulo de nuevas tecnlogías agrícolas, como la irrigación por goteo, y el mejoramiento de los sistemas de distribución.

Así mismo, destacó la necesidad del tratamiento de aguas residuales y de desagües para su reutilización.

Pero los redactores del informe puntualizaron que aún tomándose todas esas medidas, la demanda de agua superará al suministro efectivo en Medio Oriente y Africa del norte.

La solución de la crisis exigirá entonces a las dos regiones consideradas la reducción en 10 por ciento del uso de agua para riego y de 40 por ciento de las pérdidas registradas actualmente, y la creación de mercados internacionales de agua. (FIN/IPS/tra- en/jl/yjc/ff/pr/96).

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