Laos recibió un fuerte espaldarazo de un grupo de vigilancia ambiental de Estados Unidos para un proyecto de construcción de una represa, y ahora espera ansiosamente la luz verde de sus donantes del Banco Mundial.
El proyecto de construcción de la represa Nam Theun 2 (NT-2), por 1.000 millones de dólares, recibió nuevo hálito vital luego que uno de sus críticos más implacables, Wildlife Conservation Society (WCS), depuso su oposición.
El proyecto, en su oportunidad, fue considerado uno de los más destructivos, ecológicamente, del Sudeste de Asia.
"Doy mi total apoyo al proyecto de NT-2 en tanto el Banco Mundial siga involucrado y los actuales planes de protección ambiental se mantengan intactos", apuntó Alan Rabinowitz, director de los Programas de Asia de la WCS Nueva York.
La represa de 615 megavatios, que sería la mayor infraestructura unitaria en la historia de Laos, estará situada en la estribación suroccidental de la Meseta de Nakay, en la provincia central de Khammouane.
La construcción de la represa, originalmente fijada para comienzos de 1996, habia sido postergada debido a la controversia por su impacto sobre un bosque de una rara variedad de cipreses que cubre un tercio de la meseta que es, además, una de las 18 áreas de biodiversidad oficialmente declaradas bajo protección.
El proyecto desplazará a 4.000 nativos étnicos de 14 aldeas de la zona.
Rabinowitz fué parte de un equipo de la WCS reclutado por el Banco Mundial para realizar estudios de biodiversidad sobre el impacto de la represa.
En un informe, dijo que "si bien el área propuesta en el proyecto NT-2 anegaría lo que fué históricamente un lugar privilegiado en el mundo de bosques y fauna, no hay indicios que esa área exista todavía o siga existiendo bajo las presentes circunstancias…"
"Todas las zonas que hemos visitado se han visto afectadas por diferentes niveles por la caza, asentamientos humanos, pastoreo de ganado, tala de árboles o degradación forestal", agregó.
Sus afirmaciones generaron críticas de ambientalistas basados en Vietnam. "No es prístino, pero esto no significa que no sea importante. Si le fué permitido ser un área protegida, debería regenerarse. Por otra parte, qué es prístino? Si tuvieramos que lidiar con bosques impolutos podríamos irnos todos a casa…"
Algunos observadores dijeron que, tras el fuerte apoyo de la WCS, es posible que el Banco Mundial, considerado el prestamista potencial a bajo interés de la represa, dé su aprobación a la obra.
El consorcio internacional detrás del NT-2, que comprende cinco compañías y el gobierno laosiano que posee el 25 por ciento del proyecto, aseguró que la represa generará un ingreso anual a través de la venta de energía a Tailandia de 200 millones de dólares, equivalente a tres cuartos de las exportaciones anuales de Laos.
Laos pretende que el Banco Mundial financie su parte de los costos. Los demás socios del consorcio han dicho que negociarán un arreglo para obtener el 50 por ciento del costo inicial a través de un cierto número de bancos internacionales.
Los institutos extranjeros pusieron en claro, no obstante, que el Banco Mundial deberá integrar el consejo directivo como agente de seguros contra riesgos políticos, antes de comprometerse con el proyecto.
Un vocero de uno de los miembros del consorcio declaro que sin la garantía del Banco Mundial "será muy difícil asegurar una financiación que permita decolar al proyecto".
El Banco Mundial está preocupado acerca del impacto de la represa sobre la biodiversidad en el área de la Meseta de Nakay como tambien por el reasentamiento de los lugareños. Además, está sintiendo el malestar por su infructuosa participación en otros grandes proyectos de represas en India y Nepal.
"El Banco Mundial está en una posición difícil", afirmó un observador en Vientinane. "Está preocupado por la prensa adversa, pero está sometido a fuertes presiónes para financiarlo".
En respuesta a las repetidas demandas de financiación, funcionarios del banco visitaron Vientinane en noviembre. Una declaracion emitida después de su estadía dijo que "el banco Mundial subrayó una cantidad de pasos que deben ser dados para que el proyecto propuesto alcance niveles aceptables… y se considere cualquier forma de financiación".
Se dijo que el banco pidió más estudios sobre los impactos sociales, ambientales y macroeconómicos de la represa, e instruyó a Laos para que llevara a cabo estudios sobre "proyectos alternativos de energía".
Otra delegación del banco visitó nuevamente Laos el mes pasado y reiteró las condiciones.
El proyecto se ha visto plagado por otros problemas durante 1995. Los esfuerzos para negociar la venta de energía de la represa a Tailandia, considerados claves para lograr el apoyo de instituciones de crédito, chocaron con el dilema acerca de cual será la legislación en que se base la obra.
Solo se solucionó cuando las partes accedieron a una supervisión británica del acuerdo.
En diciembre ultimo, hubo noticias que el estudio de factibilidad de la represa se basó en mapas inexactos. Medios tailandeses dijeron que, como resultado, el área que sería inundada superaría los límites previstos de 340 kilómetros cuadrados.
El gobierno de Laos, por otra parte, no pierde tiempo en la preparación del lugar del proyecto. En la creencia que el banco financiará la represa, ha permitido a una empresa maderera militar de iniciar la tala de árboles en el área.
Al mismo tiempo, el transporte ilegal de madera a través de la frontera vietnamita estaría en aumento.
"El gobierno laosiano todavía cree que el Banco Mundial dará luz verde a la represa. Entretanto, cierta gente ha ganado mucho dinero con el corte de madera", apuntó una fuente autorizada.
Visitantes en el área señalaron que en 1995 se cortaron 400.000 metros cúbicos de troncos, devastando el lugar y causando un excedente de madera, la mayor parte del cual yace en el bosque y ha comenzado a descomponerse. (FIN/IPS/tra-en/an/ral/ego/en).
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