Perú no tratará de adaptar su sistema arancelario "flat" (de nivel único) al esquema de cuatro niveles que rige en el Grupo Andino, como parecía desprenderse del acuerdo adoptado por los presidentes de los países de la región el domingo pasado.
En la cita presidencial, realizada en Trujillo, ciudad de la costa norte peruana, se postergó la definición del conflicto arancelario entre Perú y sus socios andinos, discrepancia que bloquea la creación de una unión aduanera subregional, y se estableció que el tema siguiera discutiéndose en comisiones.
Pero la ministra peruana de Industria, Comercio e Integración, Liliana Canale, anticipó que la discusión técnica acordada no implica la disposición de su país de adaptarse al esquema andino, sino, por el contrario, la expectativa de que las demás naciones adopten el modelo seguido por Lima.
Canale expresó que "como Perú ha avanzado más que el resto de los países andinos en la reforma de su estructura productiva y comercial, promoverá que dichos países avancen, liberalizando progresivamente sus estructuras, para converger con nosotros".
Estas declaraciones fueron formuladas ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, que la convocó para que explique los resultados de la reciente reunión de Trujilo, así como la proyeccion de las negociaciones que se siguen con el Mercosur y Chile.
El esquema arancelario "flat" adoptado por el gobierno del presidente Alberto Fujimori forma parte del conjunto de reformas de la estructura productiva destinadas a eliminar las medidas proteccionistas, con el presunto propósito de potencializar una oferta exportable competitiva.
Pero hasta ahora, después de cinco años de aplicación, el modelo no ha fortalecido a la exportación pero sí a la importación, generando un déficit comercial cada vez mayor.
Los empresarios manufactureros peruanos demandan a Fujimori cuidar la permanencia en el Grupo Andino, que es hasta ahora el único mercado exterior significativo, y prefieren el esquema arancelario andino, que aplica los niveles más bajos a la importación de insumos y bienes de capital.
Canale reconoció que se esta discutiendo en el gobierno el tema de la reducción de los aranceles para los insumos destinados a la industria doméstica, lo que en el fondo implicaría, de ser aprobados, una relativa aproximación a la fórmula andina.
En relación con el Mercosur, precisó que en la primera fase se revisarán los acuerdos bilaterales con los cuatro paises de dicho bloque para "multilateralizarlos", cuidando de no introducir productos que distorsionen la libre competencia.
Respecto de Chile, sostuvo que los grandes lineamientos están resueltos y que las negociaciones se encuentran en la etapa de discusión de las listas de productos desgravados.
Canale declaró que las negociaciones con el Grupo Andino, Chile y el Mercosur "son importantes pero cortoplacistas" y explicó que Perú busca dos objetivos de mayor aliento: ingresar al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y ser admitido en la Cuenca del Pacífico.
El TLC está conformado por Estados Unidos, Canadá y México y aunque su destino es relativamente incierto -pues dependerá de los resultados electorales estadounidenses de noviembre próximo- es un espacio al que muchos países latinoamericanos tocan la puerta.
La Cuenca del Pacífico, considerado el espacio económico de mayor proyección en el futuro, es el mercado de mayor potencialidad en este momento, integrado por países como Japón, los llamados "tigres del sudeste asiático" y Australia. (FIN/IPS/al/dg/if/96)