Unos 1.500 empresarios del continente pidieron a sus 34 gobiernos que remuevan obstáculos al comercio y les entregaron un inventario de problemas acuciantes y propuestas para orientar la acción oficial.
El marco fue la realización este jueves, en la ciudad colombiana de Cartagena, de la segunda reunión de ministros de Comercio del hemisferio, encargados de preparar la negociación de un Area de Libre Comercio de América (ALCA) para el año 2005.
Se presentaron propuestas de empresarios sobre transporte, comunicaciones, energía, grandes empresas, pequeña y mediana industria, la financiación de la infraestructura y el papel del sector privado en la creación del ALCA.
Les acompaña un conjunto de recomendaciones sobre remoción de obstáculos al comercio y para una "cosecha temprana", antes del año 2005, de las medidas gubernamentales, y de los acuerdos subregionales o regionales que liberen y faciliten el intercambio dentro del hemisferio.
Los ministros, que desde su reunión en Denver, Estados Unidos, el año pasado tratan de trazar un mapa para buscar el ALCA, debaten mecanismos para incorporar a los empresarios y a sus propuestas en el proceso de negociación.
A diferencia de Denver, primera cita ministerial después que 34 gobernantes decidieron en 1994 crear el ALCA, en Cartagena los empresararios más interesados en el proceso se reunieron antes y no después que los ministros, para que éstos discutan bajo el peso de su legajo de proposiciones.
En materia de vialidad, los empresarios requirieron carreteras y vías férreas "que permitan el tránsito fluído de vehículos, personas y mercancías desde Patagonia hasta Alaska", en uno de sus documentos presentados.
Por eso propusieron a los gobiernos que "adecúen sus mecanismos" para la obtención de recursos para mejores vías terrestres y "poner en vigencia, en todo el continente, el sistema de concesiones", que entrega la construcción y gestión de vías al sector privado.
También pidieron "un mercado hemisférico de servicios de transporte, con pautas flexibles que estimulen la oferta" y destrabar y modernizar la gestión de puertos, aeropuertos y transporte aéreo y naval.
El sector de energía pidió marcos de regulación estables y predecibles, con normas técnicas, comerciales y ambientales semejantes a lo largo del hemisferio.
El de comunicaciones pidió valuar las normas legales y técnicas para liberalizar el aspecto comercial de sus actividades, la interoperabilidad de las redes y el uso compatible del espectro radial.
El área de las grandes empresas pidió a los gobiernos que se empeñen en eliminar los subsidios, evitar todo tipo de dumping e implantar un sistema para compartir información en estos campos, y otro "eficaz" de solución de conflictos.
Requirieron que los gobiernos prosigan sus reformas estructurales para liberalizar sus economías, modernicen su aparato administrativo, simplifiquen la tributación y estimulen mercados internos de ahorros y de capital.
Para la inversión, pidieron que la negociación del ALCA deje como saldo un trato de nacional para los capitales procedentes de otros países del hemisferio, acceso a moneda convertible y garantía de repatriación de utilidades, y protección contra expropiaciones.
La pequeña y mediana industria pidió en cambio que los gobiernos le ofrezcan estímulos crediticios, de acceso a tecnología, para fortalecer su patrimonio y para posibilitar su inserción en la corriente de una economía orientada hacia el desarrollo sostenible.
El grupo que estudió el financiamiento de la infraestructura pidió "profundizar la globalización" de los servicios financieros e indicó que "los de la banca son un buen primer candidato".
Para que el sector privado aumente su participación en la construcción de obras de infraestructura, necesita que continúe el proceso de privatización en el continente y que los organismos nultilaterales de crédito, y en especial los regionales, orienten sus créditos al sector privado.
También los gobiernos deben desarrollar mercados internos de capital, y "en especial, estudiar mecanismos para incrementar el ahorro mediante fondos de pensiones, y canalizarlo hacia inversiones en infraestructura".
Para la orientación de la economía hacia el desarrollo humano sostenible, los empresarios consideran que la capacitación de los trabajadores "es un elemento esencial", y pidieron colaboración de los gobiernos en esa dirección.
Propusieron, además, que se promueva una metodología de medición del aporte social de las empresas, relacionada con los siguientes indicadores: generación de empleo, ingreso, impacto social del producto, educación para el trabajo y entrenamiento tecnológico.
Para la participación del sector privado en el proceso ALCA, en el corto plazo se requiere "un compromiso explicito que garantice que dentro de cada país se eleven previamente consultas regulares al sector privado".
Pidieron reconocer la "red empresarial de integración hemisférica", que varias agrupaciones gremiales y profesionales de países americanos iniciaron a fin de concertar posiciones en foros gubernamentales.
Los ministros deben instruir a los grupos de trabajo hemisféricos que preparan el "mapa" del ALCA, para que publiquen sus inventarios terminados, con "intercambio oportuno de documentos relevantes" con el sector privado.
Los empresarios coincidieron en sus intervenciones y documentos en que su participación es esencial para que la integración tenga éxito, porque "somos quienes ponemos el dinero y los riesgos". (FIN/IPS/hm/ag/if/96)