Los gobiernos de 34 países del hemisferio dejarán para 1997 la definición de la vía de negociación para el Area de Libre Comercio de América (ALCA) al zanjar este jueves una polémica Norte-Sur encarnada por Brasil y Estados Unidos.
Esta ciudad del Caribe colombiano alberga la segunda reunión anual de ministros americanos de comercio -Cuba excluida- que instrumentan el ALCA decidido por los mandatarios de sus países en 1994 en Miami, Estados Unidos.
Los ministros decidirán cuatro nuevos grupos de trabajo, por áreas, adicionales a los siete que establecieron hace un año, acogerán el acceso del sector privado al proceso de negociación y admitirán que se trabaje con más celeridad en materias comerciales que demandan atención inmediata.
También, según el texto considerado por los viceministros este miércoles, al que accedió IPS, reafirmarán las líneas y fechas convenidas para el ALCA en el Plan de Acción de Miami.
Estas son maximizar la apertura de mercados en el hemisferio, no erigir barreras frente a socios de otras regiones y tener el ALCA negociado para el año 2005.
La vía para negociar el ALCA, cuando se lance esa fase, antes del fin de siglo según los ministros, la estudiarán sus segundos en el plazo de un año. La "Declaración de Cartagena" recoge que los posibles caminos "son variados y complejos".
Los tres caminos, sin pronunciamientos en esta cita, son ampliar progresivamente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), que se haga una ronda general de negociación hemisférica o que converjan los 24 esquemas regionales o subregionales de integración.
Los ministros decidirán que la actual fase preparatoria culmine con su tercera reunión, en 1997, cuando se adoptaría la fecha y el cronograma de la negociación propiamente dicha.
Pero por los entresijos de esas coincidencias afloró la polémica Norte-Sur, principalmente entre América del Norte y el Mercado Común el Sur (Mercosur), con Brasil y Estados Unidos como paladines de uno y otro bando.
Washington quiere más temas, los quiere rápido y que su discusión produzca proyectos de medidas que obliguen a los gobiernos. Brasil y el Mercosur no quieren que los empujen.
Por eso, cuando los viceministros discutieron sobre la sede de la decisiva reunión de 1997, chocaron las propuestas de Belo Horizonte (Brasil) y San José (Costa Rica), porque el país sede prepara agendas y documentos que influyen en el curso de la negociación.
La candidatura brasilera es apoyada por el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), Bolivia y Chile, en tanto defienden la costarricense México, América Central, el Caribe, Ecuador y Perú.
Mientras, Brasil trata de ganar apoyo de Canadá, Colombia y Venezuela, y Washington finalmente cedería en favor de Belo Horizonte dependiente del "ablandamiento" del Mercosur para tratar otros temas.
Ya el bloque del Cono Sur se había opuesto a discutir un grupo de materias de liberalización comercial como "medidas de instrumentación temprana", y en su lugar se optó por el menos concreto o comprometedor de "áreas para atención inmediata".
Estados Unidos introdujo un reconocimiento al aporte del secto privado desde antes de que se cumpliese el foro empresarial que precedió la reunión de Cartagena, y seguramente se adoptará su llamado a la "transparencia" en todo el proceso de negociación del ALCA.
Pero agregó una propuesta todavía sin resolver, en la que los ministros llaman a incluir los temas de protección ambiental y de firme observancia de los derechos de los trabajadores, dos temas tras los cuales el Sur suele percibir un proteccionismo camuflado.
Washington propuso además que un grupo de estudio prepare los términos de referencia, es decir, definiciones de trabajo para que surja en 1997, como nuevos grupos preparatorios del ALCA, un par referido al ambiente y a los derechos de los trabajadores.
En cuanto a las medidas para las que se desea urgencia, o progreso aún antes de que se estructure la negociación formal, hay consenso en una base de datos común sobre acceso a mercados, inventario de procedimientos de aduana y de los regímenes de inversión en el hemisferio.
Los nuevos grupos de trabajo y sus países coordinadores serían compras gubernamentales (Estados Unidos), derechos de propiedad intelectual (Honduras), servicios (Chile) y políticas de competencia (Perú).
Desde 1995 funcionaban: acceso a mercados (El Salvador), procedimientos de aduana y normas de origen (Bolivia), inversiones (Costa Rica), normas y barreras técnicas al comercio (Canadá), medidas sanitarias y fitosanitarias (México), subsidios y antidumping (Argentina) y economías más pequeñas (Jamaica). (FIN/IPS/hm/dg/if/96).