La comunidad de Sacerdotes Jesuitas de Honduras exigió hoy al gobierno el esclarecimiento de la muerte del cura párroco Guadalupe Carney, asesinado en 1983 cuando supuestamente ingresó al país junto a una columna guerrillera.
Carney, de origen estadounidense y nacionalizado hondureño, ejerció durante muchos años el sacerdocio en el país centroamericano y se dedicó a formar grupos campesinos y de mujeres para mejorar sus condiciones de vida.
El sacerdote jesuita Ricardo Fallaj dijo que la vida de Carney se caracterizó por una "entrega total al pueblo, y su muerte se dio en raras condiciones".
El sacerdote católico fue muerto en un operativo militar del Ejército y tropas de Estados Unidos cuando, según las Fuerzas Armadas de Honduras, ingresaba al país con una columna guerrillera procedente de Nicaragua.
Sin embargo, grupos de derechos humanos señalan que Carney se encontraba oficiando misa a un grupo de campesinos cuando se produjo el operativo militar.
Carney, partidario de las luchas populares, se proponía efectuar una "marcha por el hambre" cuando fue muerto y aunque los militares lo acusaron de guerrillero para justificar su muerte, su cuerpo nunca apareció.
Junto a Carney desapareció también el líder popular José María Reyes Matta, un supuesto guerrillero, que ayudaba al sacerdote a organizar la procesion campesina. Por este motivo, ambos son considerados por los grupos humanitarios como parte de las 187 personas desaparecidas por causas políticas.
Los jesuitas hicieron entrega al Comisionado de Derechos Humanos de firmas y documentos que avalan la solicitud de investigación para esclarecer la muerte del sacerdote, en una rueda de prensa celebrada junto al Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).
El Comisionado de Derechos Humanos, Leo Valladares, dijo que las investigaciones sobre la muerte de Carney serán agilizadas en los próximos días, luego que el gobierno de Estados Unidos le entregara este lunes información sobre este caso.
"Los documentos me llegaron previo a esta conferencia y si bien no los he leído, sin duda encontraremos elementos valiosos que ayudarán a castigar a los culpables de estos crímenes", dijo Valladares.
No obstante, en una rápida presentación de los documentos hecha a la prensa se observa que la mutilación de párrafos completos.
Un informe oficial señala que en las desapariciones forzadas de los años 80 participó activamente la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, aunque ésto es rechazado por Washington. (FIN/IPS/tm/ag/hd/96)