HAITI: Préval aseguró a Clinton que habrá privatizaciones

El presidente de Haití, René Preval, aseguró en Washington al de Estados Unidos, Bill Clinton, que pronto adoptará medidas tendentes a la privatización de empresas del estado, lo que allanará el camino a mayor asistencia económica a la isla caribeña.

"El presidente Clinton pidió al Congreso 100 millones de dólares para el año fiscal 1997 para asistencia económica a Haití y trabajaremos para obtenerlos", dijo este jueves el asistente del gobierno de Estados Unidos sobre Seguridad Nacional, Samuel Berger.

Clinton y Préval se reunieron en la Casa Blanca para considerar los problemas económicos del país caribeño y el destino que tendrán las 60.000 páginas de documentos procedentes de paramilitares haitianos que militares de Estados Unidos se incautaron después de su intervención en septiembre de 1994.

Puerto Príncipe insiste en que Washington debe devolver esos documentos, que pertenecían al Frente Revolucionario por el Avance y el Progreso de Haití, un grupo acusado de aterrorizar a los habitantes del país durante tres años de régimen militar.

"Esos documentos nos pertenecen y son muy importantes para el gobierno de Haití", dijo Préval a los periodistas después de su reunión con Clinton.

La devolución de los papeles permitiría al gobierno enjuiciar a los culpables de crímenes contra los derechos humanos durante el régimen que se instauró en 1991 con un golpe militar contra el entonces presidente Jean-Bertrand Aristide.

Washington anunció que entregará sólo algunos de los documentos, pues, según analistas, ciertos paramilitares tenían vínculos con organismos de inteligencia de Estados Unidos.

Al mismo tiempo, el opositor Partido Republicano sostiene que podrían ser empleados por el gobierno de Haití para elaborar listas negras.

Tampoco contribuyó a mejorar las relaciones bilaterales la normalización de los vínculos entre Haití con Cuba dispuesto por Aristide poco antes de transferir el poder a Préval.

El país caribeño, además, tuvo actitudes ambivalentes respecto de las reformas macroeconómicas propuestas por el Banco Mundial y respaldadas por Washington, que incluyen la privatización de nueve empresas públicas.

Pero Préval, quien asumió su cargo el mes pasado, aseguró a Clinton que el gobierno procederá rápidamente a la venta de la fábrica de cemento y el molino de harina. Además, el mandatario anunció que la privatización de otras empresas "se verá en el camino", informó Berger.

Washington está especialmente interesado en el futuro de los aeropuertos y terminales marítimas de la isla. El Banco Mundial también incluyó en su propuesta las compañías de teléfono y de electricidad.

Pero las protestas contra las reformas obligaron a Aristide a adoptar medidas privatizadoras.

Según organizaciones no gubernamentales de Haití y el extranjero, estas políticas ocasionarían despidos en el sector público y más dificultades para este país, el más pobre del hemisferio occidental, con un ingreso por persona de 225 dólares anuales y un desempleo de 70 por ciento.

Préval mantiene reuniones en su primera visita oficial como presidente, que concluirá este viernes, con funcionarios del Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo, en procura de mayor asistencia económica.

"El presidente Préval aclaró que intentará realizar y completar esas negociaciones pronto, y que personalmente cree que las privatizaciones, la modernización y las reformas estructurales son lo que los haitianos necesitan", dijo Berger.

Pero, antes de pedir mayor asistencia al Congreso, Clinton deberá certificar que las investigaciones sobre los últimos "asesinatos políticos" denunciados por el Partido Republicano se realizan en forma adecuada.

Entre ellos, se destaca la muerte en 1995 de la fiscal Mireille Durocher, enemiga declarada del gobierno de Aristide, quien tenía estrechos vínculos con la junta militar que gobernó el país entre 1991 y 1994.

El Congreso rechazó liberar dinero para programas de asistencia, incluyendo 4,7 millones de dólares para el desarrollo del sector sanitario, 1,7 millones para la educación y 646.000 dólares para el Programa de Escolaridad para América Latina y el Caribe. (FIN/IPS/tra-en/ylc/jl/mj/ip/96)

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