Organizaciones de los indígenas mayas de Guatemala consideraron una burla a su pueblo una enmienda introducida por el Congreso en el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales.
El texto, adoptado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1989, fue ratificado por unanimidad el día 5, pero contiene una enmienda según la cual "la aprobación se hace bajo el entendido de que las disposiciones de la Constitución prevalecen" sobre él.
El Convenio 169 establece el respeto de la cultura, la religión y la organización económica de los pueblos indígenas y reconoce la relación especial que tienen con los territorios que ocupan, "así como el derecho de propiedad y de posesión".
Pero la enmienda introducida apunta a "mantener la discriminación racial contra el pueblo maya, así como la explotación y represión", al legalizar la invasión de tierras comunales, baldías y estatales por terratenientes, señaló la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (CONIC).
Juan Tinay, dirigente de la CONIC, dijo a IPS que la reserva introducida neutralizó el convenio, lo que constiuye "una burla al pueblo maya".
"La crisis que se vive en Guatemala es por la tenencia y uso de la tierra y nosotros vamos a seguir luchando hasta que encontremos una solución, ya sea con o sin Convenio", dijo Tinay.
Las organizaciones indígenas se encuentran analizando las acciones que tomarán, "porque la lucha continúa", señaló.
En Guatemala, cuya población es en 70 por ciento indígena, en su gran mayoría pobres y marginados, "el clamor por la tierra" ha sido permanente y en los últimos meses se ha manifestado con ocupaciones de fincas, que han provocado airadas protestas de los terratenientes.
El Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), así como la Cámara del Agro habían solicitado al Congreso que no ratifique el Convenio porque "puede dar lugar a una mala interpretación y a que se justifiquen las invasiones de tierras".
Pero la ratificación del acuerdo era una promesa de campaña del ahora gobernante Partido de Avanzada Nacional (PAN).
Los diputados oficialistas, que tienen mayoría absoluta en el Congreso, sabían por lo tanto que debían ratificarlo, pero lo hicieron con reserva, tratando de conformar al sector indígena pero sin irritar demasiado a los poderosos empresarios, señalan observadores locales.
Por otra parte, el Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas (uno de los textos ya firmados por el gobierno y la guerrilla en el marco del diálogo de paz que intenta poner fin a 35 años de conflicto armado interno) solicita al Congreso la ratificación del 169.
La guerrillera Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) estimó, no obstante, que la aprobación con enmiendas del Convenio 169 "es una vergüenza para el país" por el grave mensaje racista que lleva implícito, ya que la reserva "cercena el espíritu del mismo y limita su proyección".
Según la URNG, con o sin la aprobación del Convenio 169 continuarán las ocupaciones de tierras, si no se resuelve el problema agrario en Guatemala.
Antonio Móbil, diputado del izquierdista Frente Democrático Nueva Guatemala (FDNG), dijo que los miembros de su partido votaron por la ratificación del convenio bajo protesta, pues si bien consideraban imprescindible la aprobación no estaban de acuerdo con las reservas agregadas.
"En lugar de aprobarse lisa y llanamente se le quiso poner una especie de escudo o coraza de acero para defenderse del pueblo maya de Guatemala, lo cual es ilógico", señaló Móbil.
El dirigente indígena Alfredo Cupil manifestó que la enmienda "lesiona los derechos de las comunidades mayas, que no podrán recuperar propiedades que les fueron arrebatadas".
México, Bolivia, Colombia, Perú, Honduras y Ecuador son algunos de los países que ya han ratificado el Convenio 169. (FIN/IPS/cz/dg/ip-pr/96)