Italia se encuentra más preparada de lo que parece para aceptar las características de una futura sociedad multirracial, según lo revela una encuesta realizada en vísperas de la jornada contra el racismo, que se celebrará este jueves.
Los estudios coinciden en señalar que la sociedad multirracial es un proceso irreversible en toda la Unión Europa (UE), donde año tras año llega una legión de africanos, eslavos, albaneses, egipcios, filipinos, que huyen del hambre que atenaza a sus países de origen.
A pesar de los episodios de racismo que destaca a veces la prensa, de agresiones a los llamados "extracomunitarios", provenientes de fuera de la UE, el estudio afirma que los italianos no son racistas.
La encuesta señala que parecen bien dispuestos a aceptar a los emigrantes del Tercer Mundo, que en la actualidad ascienden a 1,2 millones, según cifras oficiales, en particular de la cercana Africa.
Una revista destinada a las mujeres, Anna, decidió tocar este tema en profundidad en su último número, en el que puso en su portada la fotografía de una hermosa y desconocida joven negra.
La publicación encargó la encuesta a la empresa especializada SWG, que entrevistó a un grupo representativo de la población italiana formado por 700 personas, 335 hombres y 365 mujeres, todas mayores de edad, a quienes formularon preguntas sobre los aspectos más delicados de la vida social.
Dos personas de cada tres declaró que no sería un problema el matrimonio de su hija con un joven negro, la inmensa mayoría dijo que no tendría inconveniente en que un negro fuera su jefe en el trabajo y tres de cada cuatro que no se opondría a que en su barrio se instalara un centro para recibir a los emigrantes.
Por el contrario, la inmensa mayoria expresó su deseo de que estos centros funcionen bien para que no se transformen en un gueto.
El presidente de una fundación en favor de los emigrantes, Franco Verga, comentó que "sin lugar a dudas, las personas tolerantes están en aumento".
Vincenzo Cesareo, coordinador científico de otra fundación del mismo tipo, descartó que los italianos traten sólo de no parecer racistas.
"Si se declaran, al menos de palabra, tolerantes, se puede esperar que lo sean también en los hechos", afirmó.
La encuesta revela que las mujeres tienen una actitud más comprensiva respecto de los "extracomunitarios" que los hombres.
La comisaria europea Emma Bonino, de Italia, señaló que las mujeres tienen una razón histórica para ser menos racistas: "saben muy bien lo que significa ser marginadas, porque ha sido su condición durante siglos".
"Han sido siempre dejadas fuera del poder, por lo tanto están bien dispuestas hacia quien hoy sufre una marginación similar a la de ellas", añadió.
Por otra parte, "la compasin, entendida como capacidad de sufrir junto a los más débiles y el deseo de ayudarlos, forma parte integrante de la cultura femenina", dijo Bonino.
Ottavio, un marroquí de 29 años que vive en la norteña ciudad de Turín vendiendo pañuelos y encendedores, confirmó este hecho.
"Las mujeres siempre me han ayudado, compran alguna cosa incluso cuando no la necesitan". afirmó en declaraciones a la revista..
Sandro Gingro, presidente del Instituto Sicoanalítico para las Investigaciones Sociales, advirtió que "estos resultados deben ser evaluados con prudencia porque a menudo la tolerancia es sólo aparente". (FIN/IPS/jp/ag/96)