Casi dos de cada tres votantes jóvenes de Estados Unidos se muestran desconformes con la totalidad de los aspirantes a la Presidencia que compiten en las elecciones primarias de los partidos Demócrata y Republicano.
Más de 65 por ciento de los ciudadanos menores de 24 años considerarían seriamente su adhesión al candidato de una opción alternativa a las de los partidos mayoritarios, según una investigación de Voto Joven 96 (Youth Vote 96), una coalición de organizaciones juveniles y estudiantiles.
Por lo tanto, el "voto a James Dean" podría convertirse en un fenómeno importante en las elecciones que se celebrarán en noviembre de este año, según Ivan Fishburg, cofundador de Voto Joven 96.
Fishburg sostuvo que los votantes de esta edad reflejan las actitudes del paradigma de la juventud rebelde. Los ciudadanos menores de 24 años se manifiestan en forma desproporcionadamente alta a favor de candidatos independientes o de un eventual tercer partido, si se los compara con los restantes grupos etáreos.
"En su mayoría sienten que deben ser fieles a sus propias ideas sin embanderarse con alguno de los dos partidos mayoritarios", explicó.
La idea que los domina es "la desconfianza hacia las grandes instituciones, tanto políticas como corporativas, a las que no quieren delegar sus voces", agregó Fishburg.
La característica principal que la mayoría de las encuestas atribuyen a los menores de 24 años es la preocupación por cuestiones básicas que superan la lealtad a cualquier partido o ideología, como la seguridad en el empleo y los salarios.
"Los votantes jóvenes están mucho más motivados por cuestiones concretas que por el carácter (de los candidatos). Su pregunta a los políticos es 'Dígame en qué va a consistir mi paquete de asistencia estudiantil"', dijo el dirigente.
Aunque cualquiera que tenga 18 años de edad o más goza de derecho a voto en Estados Unidos, los menores de 24 son, por lo general, considerados indiferentes al respecto.
Esta creencia sufrió un mentís en las elecciones de 1992, cuando 43 por ciento de los ciudadanos de esa edad concurrieron a las urnas y contribuyeron mayoritariamente al triunfo del presidente más joven en la historia del país, Bill Clinton.
Los votantes jóvenes podrían ser el factor determinante también este año, aunque en el actual panorama político es difícil pronosticar por qué candidato o partido se inclinarán.
Mientras la popularidad de Clinton, quien aspira a la reelección, sufre continuas fluctuaciones, en el Partido Republicano se afirma la candidatura del senador Bob Dole.
En los primeros tramos de las primarias, Dole se había visto en dificultades para abatir al empresario Steve Forbes y al comentarista Pat Buchanan.
A lo largo de la historia, varios candidatos independientes se beneficiaron de situaciones de confusión preelectoral similares a la actual.
En 1992, por ejemplo, el estudiante de la Universidad de Connecticut Terry Scott, hoy de 23 años de edad, votó por el multimillonario texano Ross Perot, quien compitió por la Presidencia a la cabeza de su propio grupo político, United We Stand America (UWSA).
A pesar de que su campaña fue breve, Perot fue el más fuerte de los candidatos de un "tercer partido" a la Presidencia desde que el ex mandatario Theodore Roosevelt, del Partido Republicano, compareció ante las urnas como postulante "progresista" en 1912.
Perot cosechó 19 por ciento de los votos, entre los cuales se contaron millones de demócratas y republicanos desencantados.
"Parecía alguien que podría hacer que las cosas se realicen, quizás porque no era un político por naturaleza", dijo Scott, quien ahora se define como independiente.
El exitoso empresario no anunció aún si se presentará a las elecciones este año, pues afirma que está buscando un "segundo George Washington" para que lidere su nuevo partido, el Reformista.
El grupo político de Perot realiza gestiones para registrarse en todos estados del país, y los analistas pronostican él será el candidato.
Los ciudadanos jóvenes constituyeron el principal grupo de votantes del UWSA en 1992, pero el Partido Reformista no tiene planes específicos de dirigir su campaña hacia esa franja de edades, dijo el vocero del sector Clayton Mulford.
Otros posibles candidatos, como el ex senador demócrata Bill Bradley y el ex gobernador independietne de Connecticut Lowell Weicker, también obtienen réditos del voto joven.
El general retirado Colin Powel, ex jefe de Estado Mayor de Estados Unidos durante la guerra del Golfo Pérsico, recibió el año pasado la adhesión de muchos ciudadanos jóvenes en las encuestas, pero decidió no presentar su candidatura.
Los jóvenes, aun aquellos más comprometidos con la actividad política, se las ven en figurillas para elegir su voto. Daniel Calman, de 20 años y simpatizante de los republicanos, no sabía hasta el lunes a quien votaría el jueves, cuando se celebren las elecciones primarias de ese partido en Nueva York.
"Ahora que tengo edad para votar no me decido", se quejó. Muchos dicen que Dole, quien tiene 72 años, es demasiado viejo para ser presidente, y eso es lo que le quita el sueño a Calman. (FIN/IPS/tra-en/wc-fah/sw/mj/ip/96)