Sólo dos mujeres figuran en las listas de candidatos a acceder a los más altos cargos de Ecuador en las elecciones generales del 19 de mayo, a pesar de que 50 por ciento del electorado es femenino.
"Siempre algo es mejor que nada, pero hay que destacar que existen sectores sociales donde la mujer ha tenido un desarrollo participativo impresionante en los dos últimos años y que quedaron totalmente excluídas de este proceso electoral", señaló Betsy Salazar, directora de proyectos de la Fundación Esquel.
La mitad de la población ecuatoriana, es decir 5.750.000 personas son mujeres. Sin embargo, por ejemplo, en 1992 93,15 por ciento de los integrantes del parlamento eran hombres y los 12 ministerios estaban dirigidos por hombres.
"En la actualidad estos datos no han variado mucho, tal vez ahora existan algunas ministros y más diputadas", afirmó Susana Merino, profesora universitaria.
Que dos mujeres, Rossana Vinueza y Rosalía Arteaga, figuren como candidatas a la vicepresidencia, "no es trascendental", aunque es positivo que "algunos sectores femeninos estén representados en las elecciones", comentó.
"Estas dos mujeres fueron utilizadas como una bandera de 'progresismo' por los partidos y candidatos", consideró, auqnue también destacó que "ello quiere decir que existe un compromiso de los políticos hacia la mujeres, que nació de la presión que han ejercido" los movimientos femeninos.
Para Natalia Wray, asesora de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) "el tema de la mujer aún es tratado en el discurso como un problema ambiental o de etnicidad y no existe todavía una verdadera comprensión de los problemas de género".
Las mujeres votarán por la opción que presente mejores soluciones a los problemas económicos que vive el país, "esté representada por hombres o por mujeres", anotó Wray.
Lo más sobresaliente en este proceso electoral, indicó, está en la participación política de las mujeres al interior de sus grupos sociales.
Según Merino, 25 por ciento de la población votante aún está indecisa. "Más de la mitad de ese porcentaje pertenece a mujeres, lo que las coloca en una posición determinante", añadió.
El conocimiento de las tendencias electorales desde la perspectiva de género "será una herramienta vital para que el país pueda darse cuenta de la importancia de la mujer en las decisiones políticas", concluyó.
En febrero, la Coordinadora Política Nacional de Mujeres pidió al Tribunal Supremo Electoral que se computen los votos de hombres y mujeres de manera separada, con el objeto de tener un mayor conocimiento de la realidad ecuatoriana. Hasta el momento no ha recibido respuesta. (FIN/IPS/mg/dg/ip-pr/96).