Las ganancias del narcotráfico mundial superan la riqueza de muchos países industrializados, informó el miércoles 28 un organismo de control de drogas de la Organización de las Naciones Unidas.
La Junta Internacional para la Fiscalización de los Estupefacientes (JIFE), con sede en Viena, advirtió en su informe anual que la cantidad de dinero involucrada en el tráfico de drogas es tal que podría desestabilizar los mercados financieros mundiales.
"Se estima que anualmente los narcotraficantes manejan varios cientos de miles de millones de dólares, suma que excede el producto interno bruto (PIB) de casi todos los países", señaló la JIFE.
La riqueza del tráfico mundial de drogas también pone en peligro las bases económicas, sociales y políticas de las naciones en desarrollo y representa una amenaza real para la democracia, advirtió el estudio.
La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), con sede en París, informó el año pasado que el narcotráfico maneja 400.000 millones de dólares por año, monto que solamente es superado por el tráfico de armas, cuyas ganancias se estiman en 800.000 millones de dólares anuales.
La cantidad de dinero que mueve el tráfico internacional de estupefacientes "puede corromper a casi todo el mundo", observó R.E. Kendall, secretario general de la Interpol.
Los únicos países cuyo PIB supera los fondos del narcotráfico son Estados Unidos (6,2 billones de dólares), Japón (4,2 billones de dólares), Francia (1,2 billones de dólares), Gran Bretaña (819.000 millones de dólares) y China (425.000 millones de dólares).
Entre las naciones en desarrollo, ni siquiera los países de reciente industrialización del sudeste asiático poseen un PIB superior a 400.000 millones de dólares.
El narcotráfico está tan generalizado que desencadenó operaciones de lavado de dinero a nivel mundial, observó JIFE.
Esta actividad consiste en introducir subrepticiamente dinero de origen criminal en actividades legales, como la financiera, la inmobiliaria y la comercial.
"Ningún estado, sea rico o pobre, grande o pequeño, equipado o no con una sofisticada maquinaria para combatir el lavado de dinero, puede considerarse libre de estas operaciones", dice el informe.
La JIFE advirtió además que la prevención del lavado de dinero "representa un desafío para todos los países, industrializados y en desarrollo, pero particularmente para las economías frágiles o vulnerables".
Estas economías pueden ser fácilmente presionadas económica o políticamente, y aun controladas por grupos criminales si su dinero puede acceder libremente a ellas.
"Ese capital tiene un enorme potencial para exacerbar la corrupción en el gobierno y el sector privado", añadió el informe.
Las naciones más vulnerables al lavado de dinero serían las de América del Sur, Asia, la Federación Rusa, América Central y el Caribe, según la JIFE.
El organismo exhortó a los gobiernos de América del Sur a considerar la lucha contra el lavado de dinero "un asunto de máxima prioridad, para evitar que el enorme capital procedente de la producción, el procesamiento y el tráfico de drogas produzca un impacto social, económico y político de larga duración".
Mientras tanto, "las débiles estructuras bancarias y financieras de la mayoría de los países" de América Central los convierten en objetivos preferidos para operaciones de lavado de dinero.
Estas actividades son también un gran problema en Asia, aunque Hong Kong y Singapur están reforzando los controles sobre sus instituciones financieras.
El informe agrega que en Rusia "existen estrechos vínculos entre el narcotráfico y el lavado de dinero", porque esta actividad no constituye un delito según la legislación nacional vigente. (FIN/IPS/tra-en/td/yjc/ml/mj/ip/96)