CUBA: Inician investigación de caso de las avionetas

Especialistas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) iniciaron hoy una investigación sobre el derribo de dos aeronaves civiles por las fuerzas aéreas cubanas el 24 de febrero.

Según la emisora cubana Radio Reloj, los expertos de la entidad especializada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llegaron a La Habana en la noche del domingo, para realizar un estudio "exhaustivo" y "completo" del caso "en el lugar de los hechos".

La investigación de la OACI fue solicitada por el Consejo de Seguridad de la ONU el 27 de febrero, en una declaración de rechazo al incidente que condujo a la muerte de cuatro pilotos de la organización cubano-estadounidense "Hermanos al rescate".

"Exigimos que sea rápida e imparcial, que tenga en cuenta todos los antecedentes y las circunstancias de las serias provocaciones que sufrimos", señaló una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano.

El gobierno de Fidel Castro aceptó la inspección, pero recomendó que el incidente del 24 de febrero se viera como parte de un proceso que incluyó la violación del espacio aéreo cubano 25 veces durante los últimos 20 meses.

La OACI tendrá que determinar si las pruebas aportadas por La Habana son suficientes para demostrar que el hecho ocurrió sobre aguas jurisdiccionales cubanas y si en un caso como ese la isla estaría en el derecho de proceder al derribo de las avionetas con matrículas civiles.

Estados Unidos alega, en cambio, que el incidente se produjo en aguas internacionales, sin que se cumplieran las debidas advertencias, y contra aeronaves civiles que no constituían una amenaza a la seguridad de la isla.

Entre las pruebas aportadas por Cuba se encuentran un maletín, un cargador de baterías y varias cartas de navegación que, según fuentes oficiales, fueron encontradas por fuerzas cubanas en aguas jurisdiccionales un día después del incidente.

Las autoridades cuentan a su favor con el testimonio del piloto Juan Pablo Roque, un desertor de "Hermanos al rescate" que niega toda vinculación con la seguridad cubana.

En entrevista para la televisión nacional Roque acusó a "Hermanos al rescate" de organizar acciones de sabotaje en enclaves económicos y militares de la isla e, incluso, de planificar atentados contra Fidel Castro.

Para Ricardo Alarcón, presidente del parlamento cubano, "lo que precisa ser esclarecido en este asunto es el carácter de las actividades de los denominados 'Hermanos al rescate' y la adopción de medidas urgentes que pongan fin a sus actividades".

El gobierno acusa al grupo de exiliados cubanos, con sede en Miami, de "abusar" de todas las normas de la aviación civil internacional y de constituir "una amenaza a la seguridad de ese vital servicio".

Según las autoridades de la Defensa Antiaérea, los pilotos de "Hermanos al rescate" tienen por costumbre "cambiar las rutas y las alturas planificadas de vuelo y desconectar los códigos de identificación".

"Seguiremos volando a Cuba", fue el mensaje del presidente del grupo, José Basulto, días después del incidente del 24 de febrero.

Para los miembros del grupo anticastrista las incursiones a la isla, que incluyeron vuelos sobre zonas céntricas de La Habana y lanzamiento de propaganda antigubernamental, forman parte de sus derechos como cubanos libres.

"Hermanos al rescate" surgió en 1991 con el fin de rescatar en el mar a los balseros cubanos que intentaban llegar a Estados Unidos atravesando el estrecho de La Florida.

Sin embargo, según el testimonio de Roque, en no pocos casos el grupo aceptó entre 2.000 y 4.000 dólares para ubicar a una persona en alta mar y pasarle los datos a los guardacostas estadounidenses.

Sus actividades públicas sufrieron un giro de 180 grados en mayo de 1995 tras la firma de los acuerdos migratorios entre La Habana y Washington que regulan la repatriación a la isla de todos los cubanos que intenten entrar de forma ilegal al territorio estadounidense.

"Hermanos al rescate" se unió al Movimiento Democracia y a la Fundación Nacional Cubano-Americana en un llamado a la desobediencia civil que intentó frustrar un posible proceso de distensión entre Cuba y Estados Unidos.

Especialistas locales aseguran que "la crisis de las avionetas" y la aprobación por el Congreso de Estados Unidos de una ley para endurecer el bloqueo a la isla fue el resultado de una maniobra "bien pensada" de la ultraderecha cubana en Miami.

Las últimas semanas, las autoridades cubanas concentraron sus esfuerzos en demostrar el peligro que implica para la aviación civil internacional la realización de vuelos incontrolados hacia la isla.

Fuentes oficiales intentaron derrumbar el mito de las "matrículas civiles" con los antecedentes de ataques contra Cuba realizados desde aeronaves civiles en las últimas tres décadas.

Además, la televisón cubana acusó a Estados Unidos de derribar cientos de pequeñas naves, con matrículas civiles, por la sola sospecha de que puedan estar involucradas en operaciones de narcotráfico. (FIN/IPS/dc/dg/ip/96)

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