El apedreo de la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Madelaine Albright, en Eslavonia oriental es una señal de la presión que se acumula en el territorio aún ocupado por los serbios.
Más de tres meses después de la firma de un acuerdo básico sobre la región de Eslavonia oriental, Baranja y Srijem occidental, cientos de serbios protestaron contra el apoyo de Estados Unidos a la reintegración, y este jueves el vehículo de Albright fue apedreado en la localidad de Vukovar.
Nada se ha hecho aún para ejecutar el acuerdo, y persisten las tensiones existentes antes de la firma del pacto de Erdut-Zagreb, en noviembre de 1995, que prevé la entrega de la región, ocupada por los serbios durante la guerra serbocroata de 1991, al control de Croacia.
No obstante, aunque ninguna de las partes lo confirmó, fuentes no oficiales sugieren un intento de acercamiento, con equipos militares y soldados retirados de los límites fronterizos en anticipación de la operación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para asegurar la desmilitarización.
A la vez, los serbios dejaron entrever que un alto número de efectivos bien equipados (según algunas informaciones, del ejército serbio-yugoslavo) han sido transferidos a la orilla serbia del Danubio para evitar la entrega de armas prevista en la primera etapa del acuerdo.
No obstante, a nivel político, el atraso ha aumentado las tensiones, así como también lo hicieron nuevas evidencias de las atrocidades cometidas por los serbios durante la ocupación de Croacia, presentadas esta semana en La Haya ante el Tribunal de Crímenes de Guerra de la ONU.
Albright exhortó a los serbios que ahora viven en Eslavonia oriental a permanecer allí, "aún cuando la región sea reintegrada a Croacia". La ONU teme que la mayoría de los 100.000 serbios del área huyan antes de la transferencia, en temor a a represalias de los croatas que regresan.
La policía serbia custodió a Albright, acompañada del embajador de Estados Unidos en Croacia, Peter Galbraith, quien se dirigió rápidamente a su automóvil, atacado por una lluvia de piedras, mientras los manifestantes gritaban "Esta es Serbia".
La embajadora de Estados Unidos reafirmó durante su visita el interés de que la región "permanezca multiétnica". Los serbios se oponen a la opción, pero hay señales del interés en una solución pacífica entre sus dirigentes.
Los serbios del este de Croacia designaron su nuevo cuerpo ejecutivo, integrado por nuevas figuras, y es destacable que no lo hayan denominado "gobierno" ni a sus miembros "ministros".
La terminología es muy significativa en los Balcanes, donde todos buscan subrayar la importancia de su papel. Además, los serbios no crearon órganos de defensa y política exterior, como hicieron en el área bajo su control durante la guerra, la llamada República Sprska.
Los separatistas de Eslavonia oriental, rica en tierras para la agricultura y pozos petroleros, aceptaron la reintegración después que el presidente serbio, Slobodan Milosevic, advirtiera que ya no podría proteger el territorio.
La mayor parte del área capturada por los serbios con ayuda de Belgrado en 1991 fue reconquistada en una operción de tres días en el verano boreal.
Los croatas han hecho progresos similares. Zagreb fundó su oficina de Gobierno de Transición para el Establecimiento de la Autoridad Croata en la Región de Eslavonia Oriental, Baranaja y Srijem Occidental. Su principal oficina se encuentra en Osijek, la primera vez que el gobierno se descentraliza de Zagreb. (FIN/IPS/tra-en/wr/rj/lp/ip/96)