Al día siguiente de la exitosa XII Conferencia de San José, América Central ya espera una nueva relación con la Unión Europea (UE), que la ayudó a salir de la guerra y que está dispuesta a seguir dándole la mano para afianzar la democracia y superar sus problemas económicos.
Concluída la Conferencia de Florencia, que se celebró el jueves y en que los cancilleres pusieron las bases para un diálogo político de igual a igual, América Central no aspira sólo a mantener o incrementar la cooperación con la UE, que con 500 millones de dólares anuales es el primer donante de esa región.
América Central necesita que se amplíen las posibilidades de incrementar su comercio hacia UE, que se eliminen las barreras arancelarias y no arancelarias y se llegue en el futuro a una zona de libre comercio entre las dos regiones, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Delmer Urbizo.
"Esta es la aspiración que tenemos los centroamericanos", dijo a IPS Urbizo, quien ejerce la presidencia de turno de los países centroamericanos, al hacer un balance de la conferencia, a la que asistieron los seis países del Istmo, además de Bélice, como observador, y México, Colombia y Venezuela como cooperantes.
A su juicio, el mensaje político de Florencia es la plena disposición de Europa a seguir colaborando con América Central, un firme compromiso de ayudarla en el campo social, de las inversiones y de la consolidación de los procesos de reforma institucional.
"Creo que el apoyo de Europa será muy significativo", manifestó Urbizo, quien aclaró que América Central no sólo requiere de la UE su ayuda, sino que también es importante para la región su acervo cultural, científico y tecnológico.
El compromiso asumido por América Central es el de continuar con las reformas institucionales, mantener la democracia y la justicia social, preservar los derechos humanos, que es una lucha permanente, y la paz, manifestó el canciller hondureño.
Esta "no fue una culminación, sino el inicio de otros procesos, porque entraremos en temas de importancia, como la ayuda de Europa a la modernización de los estados, que nos permitirá abordar los temas sociales", dijo Urbizo.
"Porque Europa ha ofrecido apoyo en materia alimentaria, social, educativa y de salud", añadió.
El canciller hondureño destacó la decisión de la UE de ayudar a insertar a América Central en la comunidad económica internacional e incrementar su comercio agrícola a través de la flexibilización de los plazos relacionados con el Sistema General de Preferencias.
Si se hubiera tratado de un examen, América Central lo habría superado ampliamente, porque la UE destacó el término de la guerra y la consolidación de la democracia, elementos clave para continuar su colaboración, según dejó entrever la ministra de Relaciones Exteriores de Italia, Susana Agnelli.
El ministro hondureño destacó el restablecimiento de la paz en en la región, donde sólo está pendiente de solución el conflicto en Guatemala, y apuntó que el problema actual es el estómago de la gente, que requiere una solución inmediata.
"Por eso pedimos que América Central esté en la agenda de Europa y del mundo desarrollado, porque las causas que originaron los conflictos de la década pasada están subyacentes y por esta razón se necesita potenciar su comercio, transformándose en una región de inversión", no sólo receptora de créditos, afirmó.
Manifestó que el problema de la deuda externa de América Central, que alcanza a 12.000 millones de dólares, no puede ser tratado sólo por la UE, sino requiere del apoyo sustantivo del Grupo de los Siete países más desarrollados (G-7), que son los que manejan las finanzas internacionales.
"Si no atacamos a fondo los problemas sociales, la mala distribución de la riqueza, la falta de empleo, de educación, de una mejor vida, esto nos pueden llevar a conflictos mucho más graves de los que tuvimos" en el pasado, advirtió.
"Rescatar a América Central de una situación de conflicto va a ser 10 veces más costoso que en el pasado", concluyó el canciller hondureño. (FIN/IPS/jp/ag/dv-ip/96)