Un convoy con ayuda extranjera se puso en camino el domingo para llevar abastecimientos a 60.000 nómadas tibetanos atrapados durante semanas en la provincia china de Qinghai, si bien aumenta la preocupación por las condiciones imperantes en la vecina provincia de Sichuan.
Las autoridades chinas dieron cuenta de decenas de muertos y miles de cabezas de ganado abatidas por el frío.
Al menos 25.000 nómadas bloqueados en los distritos de Sershul y Serta, en Sichuan, carecen de cereales y forrajes, y 1.200 familias -unas 6.000 personas- han perdido todo su ganado, según un grupo tibetano de salvamento que se encuentra en el área.
"El tiempo sigue pésimo y todavía nevaba en el área a comienzos de la semana pasada", declaró Tsewang Nyima, coordinador de la ayuda del Fondo de Desarrollo de Tíbet, un grupo no gubernamental creado por un líder religioso tibetano que comenzó a trabajar en Beijing hace nueve años.
Las tormentas de nieve en Qinghai y Sichuan comenzaron en noviembre y vastas áreas de su altiplanicie han estado cortadas desde enero.
Tibetanos que llegaron desde Sershul a fines de la semana pasada dijeron que la carne del ganado muerto era en su mayor parte incomible y mucha gente estaba desplazándose a las zonas bajas para mendigar a los campesinos, dijo Nyima.
El último informe público sobre las condiciones en Sershul se conoció el 9 de febrero último, cuando la agencia oficial de noticias "Nueva China" informo que la fuerza aerea china habia lanzado con paracaídas 15 toneladas de víveres en el área para ayudar a 1.100 pastores bloqueados. Encargados de las tareas de rescate dijeron que los víveres esos alcanzarán para tres semanas.
Operadores humanitarios belgas, que realizan una operación de salvamento en el área de Yushu, en Qinghai meridional, creen que los víveres ya se han terminado, no obstante que ningun grupo independiente ha sido capaz de llegar a esas áreas montañosas.
Entretanto, no se produjeron novedades sobre las condiciones actuales en el vecino distrito de Serta, según la independiente "Red de Información de Tibet", con sede en Londres.
Funcionarios chinos dijeron que el mes pasado perecieron 48 personas y 110.000 cabezas de ganado sucumbieron por el frío en Sershul y Serta debido a los vendavales de nieve.
La atención tanto china como internacional se ha concentrado sobre todo en Yushu, un grupo de cinco distritos en la provincia de Qinhai, donde una cantidad mucho mayor de gente se ha visto afectada por las tormentas, descriptas por los lugareños como las peores que recuerdan en toda su vida.
Se han producido 48 tormentas de viento en el área desde octubre pasado y, para mediados de diciembre, habia caído un metro de nieve, mientras la temperatura descendió a 42 grados bajo cero.
Casi todos los damnificados son nómadas tibetanos que dependen de sus animales para sustento, vestimenta, tiendas y combustible. Alrededor de 700.000 yaks perecieron congelados en Yushu dejando en completa indigencia a 60.000 nómadas que dependían de ese ganado.
Cerca de 16.000 personas sufrieron congelamientos y 9.000 ceguera de nieve.
Un vocero del gobierno provincial de Qinghai declaró que las autoridades han comenzado operaciones de búsqueda de personas desaparecidas e iniciado un proyecto de ayuda a largo plazo.
La fuente dijo que serán necesarios 10 días y 12 millones de dólares antes que la vida vuelva a la normalidad en Yushu. Una cifra calculada en 1,2 millones de dólares se requerirá antes de julio cuando se derrita la nieve y sea posible obtener hierba nueva para alimentar el ganado.
Apuntó que el gobierno central chino ha dado hasta ahora 240.000 dólares. Calculó que al menos un millón de animales, dos tercios del total, perecerán por causa del frío hasta mayo.
Operadores de rescate dijeron que los pastores han estado comiendo cebada, normalmente usada para alimentar a los animales, para mantenerse con vida despues de la muerte de su ganado.
El agotamiento de las reservas de combustible, consistente en estiércol seco, significó que no hubiera una fuente calórica. Los pastores han comenzado a quemar madera de sus viviendas, como tambien huesos de los animales muertos, en un esfuerzo desesperado para no morir de frío.
Serge Depotter, del grupo internacional "Médicos sin Fonteras", declaró que los nómadas en Yushu no podían pagar tratamiento médico, especialmente por ceguera de nieve, debido a que la mayoría perdió sus propiedades.
Siete camiones con mantas y ropas partieron el domingo seguidos por otros ocho que transportaban medicamentos, informó Depotter desde Xining, la capital provincial de Qinhai.
Añadió que el primer convoy de víveres con 200 toneladas de cebada partira desde Xining hacia Yushu a fines de esta semana.
La travesía hasta Yushu tomará no menos de dos días, debido a la amenaza de los ventisqueros de nieve. La ayuda de rescate deberá ser transportada con caballos en las últimas etapas para llevar los abastecimientos a los campos de nómadas, situados a 3.500 y 5.500 metros de altura. (FIN/IPS/rea-en/ys/lnh/ego/en).
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