La realización en mayo de elecciones parlamentarias en los estados rebeldes de Jammu y Cachemira conjuntamente con comicios en el resto de India podría aumentar el derramamiento de sangre, advirtieron observadores.
El combate este domingo entre fuerzas de seguridad y militantes armados en Hazratbal, santuario musulmán de Cachemira, en que murieron unas cinco personas, hace pensar que los enfrentamientos podrían incrementarse en intensidad y frecuencia.
El Ministerio de Asuntos Internos teme que el choque producido en la capital estadual de Srinagar, que alberga la reliquia sagrada -un pelo de la barba del profeta Mahoma- frustre los planes del gobierno de elegir nuevos ocupantes para los seis escaños parlamentarios correspondientes al estado norteño.
Aunque algunos funcionarios de Nueva Delhi sostienen que los comicios contribuirán a la restauración de la normalidad en Cachemira, devastada por la violencia separatista que en seis años mató a unas 13.000 personas, los líderes rebeldes afirman que será "un ejercicio inútil".
Shabir Shak, el carismático líder independentista de Cachemira y miembro de la Conferencia Hurriyat de Todos los Partidos, una coalición de 32 grupos políticos y religiosos, anunció una estrategia antielectoral.
Mientras, otros líderes de Hurriyat afirmaron que las elecciones en el único estado indio con mayoría musulmana fracasarán.
Por otra parte, funcionarios de seguridad señalaron que la votación, prevista para el 7 y el 21 de mayo, permitirá determinar la viabilidad de la celebración de comicios parlamentarios locales.
El gobierno local de Cachemira fue sustituido por el gobierno federal en enero de 1990, luego de que los separatistas islámicos lanzaran su guerra civil por la independencia.
"Las elecciones parlamentarias serán un paso en la dirección correcta", aseguró Mufti Mohammad Sayeed, ex ministro del Interior, y observó que la celebración de comicios parlamentarios y estatales a la vez sería demasiado arriesgado.
Aunque el gobierno logró recientemente apartar del movimiento separatista a cuatro líderes y conversó con ellos este mes acerca del fin de la violencia en Cachemira, la organización de elecciones parlamentarias en ese estado no será fácil.
Además de los 175.000 soldados desplegados en los últimos seis años para combatir a los insurgentes, unos 100.000 policías y paramilitares serán enviados a las circunscripciones de Srinagar, Anantnag y Baramulla, en el valle de Cachemira, para asegurar el libre sufragio el 21 de mayo.
El gobierno no está preocupado por la participación del electorado. Las autoridades recordaron que sólo 31,6 por ciento de los ciudadanos habilitados votaron en las últimas elecciones parlamentarias de Cachemira, y opinaron que si en las próximas votara 20 por ciento, ya sería un papel "decente".
Además, Nueva Delhi argumentó que los comicios rendirán enormes beneficios indirectos, ya que ayudarán a calibrar la reacción de Pakistán, al que India acusa de respaldar y financiar la violencia separatista en el estado norteño. (FIN/IPS/tra-en/rb/an/ml/ip/96)