La violencia fue el tema principal de este Dia de la Mujer en Brasil, tanto en las celebraciones del gobierno como en las de las organizaciones sociales.
El presidente Fernao Henrique Cardoso anunció hoy en Brasilia un programa contra la violencia que afecta a las mujeres.
Un proyecto de ley modifica el Codigo Penal, convirtiendo el estupro y el acoso sexual en delitos contra la persona. Hasta ahora, la legislación brasileña los considera delito de costumbre, con penas más blandas.
En Brasil, se estima que las mujeres sufren 360 agresiones físicas diarias y proliferan comisarias especializadas en asistirlas.
Además, se creara órganos judiciales especiales para acelerar los juicios por delitors contra las mujeres, se hará una campaña informativa y de prevención por televisión y se desarrollarán proyectos de salud, educación y de mejor inserción femenina en el mundo del trabajo.
Cardoso señaló que debe valorizarse el papel de la mujer en la sociedad y estimular una "presencia más activa en el poder".
En este año se aplicará por primera vez en Brasil la ley de cuotas, que obliga a todos los partidos a presentar al menos 20 por ciento de candidaturas femeninas en las elecciones parlamentarias.
Para los comicios municipales de octubre, la diputada Marta Suplicy dijo que espera más de 100.000 candidatas.
Pero el símbolo de la mujer discriminada y agredida elegido por partidos de oposición y movimientos sociales para este día es Diolinda Alves dos Santos, dirigente de los campesinos sin tierra, en la región de Pontal de Paranapanema, a 600 kilometros de Sao Paulo.
Detenida hace dos meses por decisión de un juez local con otros tres dirigentes del movimiento, esa mujer de 25 años vive su segunda prisión desde septiembre, acusada de incumplir órdenes judiciales y asociación para delinquir, por fomentar ocupaciones de tierras junto con su marido, José Rainha Junior.
En su homenaje, centenares de mujeres invadieron en la madrugada de este viernes la Hacienda Sao Domingos, ocupada por quinta vez, en la región de Paranapanema. El Movimiento de los Sin Tierra considera el predio improductivo y, por tanto, sujeto a expropiación para fines de reforma agraria.
En Brasil hay 4,8 millones de familias de campesinos sin tierra, según el movimiento, que organiza ocupaciones como forma de presionar por la reforma agraria y coordina campamentos en que viven más de 30.000 familias.
Manifestaciones realizadas en varias ciudades destacaron también la violencia que representa la esterilización masiva de las mujeres brasilenas más pobres, muchas con poco más de 20 anos y sometidas a la cirugía sin conocimiento previo. (FIN/IPS/mo/ag/pr/96)