El Movimiento de los Sin Tierra (MST) en Brasil adoptó caracteristicas "zapatistas" en su mayor y más radical operación, la ocupación de la Hacienda Formosa, en Curionopolis, en la Amazonia oriental y centro-norte del país.
De esta forma lo caracterizó uno de los lideres de la acción, iniciada el martes y que moviliza a 3.000 familias.
"Hay una similitud entre nosotros y los guerrilleros mexicanos, (como ellos) también luchamos por justicia social", declaró a un reportero enviado por la Agencia Estado.
La diferencia consiste en que hay más indígenas en México, mientras el mestizaje predomina entre los brasileños, anadió el dirigente, que mantenía su rostro tapado por un pañuelo, como los zapatistas.
Unos 700 hombres armados de escopetas, pistolas y carabinas de fabricación casera, que llaman "por fuera", se encargan de la seguridad del campamento, según los reportajes difundidos este sábado por la agencia del grupo periodístico encabezado por el diario O Estado de Sao Paulo.
Un grupo de 90 hombres, orientado por tres jefes, controla el acceso al campamento desplegado en los bosques, de tiendas y casuchas ocultadas por la vegetacion y protegidas también por un área pantanosa.
Los encargados de la seguridad se turnan cada 12 horas y otras tareas son divididas entre 27 grupos de trabajo, revelando la organización que caracteriza las operaciones del MST, que logra movilizar sorpresivamente a miles de personas en sus ocupaciones en todas partes de Brasil.
En una improvisada plaza central se realizan asambleas, los numerosos ninos juegan y cantan canciones de protesta.
La mayoría de los campesinos del campamento son migrantes del noreste, la región más pobre del país, y hay muchos negros y mestizos de ascendencia indígena.
La hacienda ocupada pertenecia al gobierno y hace 20 años es explotada por un hacendado, en actividad extractiva de castañas nativas, abundantes en la región.
Curionopolis concentra gran cantidad de migrantes y desempleados, atraídos por la mina de oro de Sierra Pelada que en la década pasada simbolizó el sueño de una fortuna rápida para los "garimpeiros" (mineros informales).
A principios de la década del 70, la región fue escenario de un intento de guerrilla, dirigida por comunistas de orientación maoista. Se trata de un área con tradición de violencia y conflictos por la tierra, donde muchos sindicalistas rurales, sus abogados y sacerdotes católicos fueron muertos por hacendados.
El gobierno provincial de Para aceptó negociar con los sin tierra y acogió algunos de sus reclamos y a partir del lunes les entregará alimentos y medicamentos, pero exigió el traslado del campamento a una hacienda vecina, hasta el jueves.
Joana dos Anjos Abreu, de 39 años, con seis hijos y sin marido, es jefe de una familia acampada.
"Soy el cabeza de la casa", dijo a Agencia Estado, contando que hace ocho anos deambula por la región de Curionopolis, esperando obtener "un pedacito de tierra" para sembrar.
Antes vivía en Maranhao, al este de Para y origen de una gran parte de los sin tierra y "garimpeiros" locales. Joana integra la comisión de salud del campamento y no se separa de su machete.
También de Maranhao viene el "zapatista" que utiliza "Pedro" como nombre de guerra, uno de los encargados de la seguridad. De unos 20 años y 1,8 metros de altura, el rostro cubierto y lentes oscuros, está armado de un "por fuera" de dos caños.
En la entrevista confirmó que son 700 hombres armados, cuyo entrenamiento "no es tan fuerte" y que sólo emplearán las armas si la policia los ataca. (FIN/IPS/mo/ag/ip/96)