Las escuelas y universidades públicas de Bolivia cerraron hoy en forma indefinida en el inicio de la huelga general que instruyó la Central Obrera Boliviana (COB) en demanda de un mejor tratamiento salarial para los trabajadores y en rechazo a la privatización de empresas estatales.
Simultáneamente, alrededor de 300 dirigentes sindicales distribuidos en 50 grupos en todo el país inician este lunes la segunda semana de una huelga de hambre que marcó el inicio de las movilizaciones de este año.
Desde el comienzo de la medida, nueve dirigentes fueron dados de baja -este fin de semana- por presentar síntomas de extremo deterioro de salud.
Según el cronograma de movilizaciones de la COB, el próxmo jueves se sumarán a la huelga general los trabajadores fabriles y mineros, y el día 25 paralizarán sus actividades los trabajadores petroleros.
A una semana de iniciado el conflicto social, gobierno y dirigencia sindical aún no han establecido contactos para iniciar el diálogo y se prevé el agravamiento de la situación con una posible "masificación" de la huelga de hambre.
"El movimiento sindical jamás ha querido llegar a estas medidas, pero lamentablemente se ve en la decisión de asumirlas porque el gobierno no quiere atender los planteamientos de los trabajadores", dijo el dirigente Vladimir Terceros, que este lunes cumplió el octavo día de ayuno voluntario. (FIN/IPS/jcr/dg/ip-lb/96)