La derrota del primer ministro de Australia, Paul Keating, en las elecciones federales del sábado amenaza la meta de su gobierno de orientar al país hacia las regiones dinámicas de Asia.
La conservadora coalición Liberal-Nacional, liderada por John Howard, que hacía 16 años no ganaba elecciones federales, superó ampliamente al Partido Laborista de Keating en una votación que podría dar al nuevo gobierno una mayoría de entre 44 y 50 escaños en el parlamento.
El partido de Keating sufrió una caída de 6,3 por ciento en la votación primaria en todo el país, y según estimaciones, alrededor de 37 bancas laboristas en la Cámara de Representantes de 148 miembros quedarán en manos de la coalición.
Durante los cuatro años de su gestión, Keating se propuso reorientar Australia hacia Asia, restando importancia a los vínculos con Gran Bretaña y Estados Unidos.
Todo indica que el gobierno de Howard dará pasos lentos en el camino de fortalecer los lazos con Asia, tras haber manifestado en varias oportunidades que las relaciones con Estados Unidos y Europa, en especial Gran Bretaña, deben ser el pilar de la política exterior australiana.
Durante la campaña electoral, Howard manifestó su intención de que los australianos puedan tener una actitud distendida sobre su pasado, y de poner fin a la "interminable" discusión sobre el lugar de Australia en el mundo.
El ex parlamentario laborista Graeme Campell, quien ganó un escaño independiente por Australia Occidental después que Keating lo expulsara del Partido Laborista por oponerse a las medidas inmigratorias de su gobierno, calificó la política del primer ministro de "errada".
No obstante, el líder del Partido Nacional, Tim Fisher, quien posiblemente sea designado viceprimer ministro, dijo el sábado que una de las prioridades del nuevo gobierno en los asuntos exteriores será designar un embajador para el Foro de Cooperación de Asia y el Pacífico (APEC).
Según el analista político Frank Walker, "los lazos comerciales y políticos continuarán uniendo a Australia a las naciones de rápido crecimiento del Sudeste Asiático, pero el intento de incluir al país firmemente en la región ya no estará ahí".
La aplastante victoria de Howard es el punto culminante de más de una década de férrea determinación para convertirse en primer ministro.
Durante su primer intento, a fines de la década de 1980, el político era un tatcherista de línea dura, con una fuerte oposición al sindicalismo y partidario de la privatización y la reducción de la seguridad social.
Pero durante la campaña electoral de las federales Howard prometió unos 4.600 millones de dólares para el bienestar social.
Rl fuerte voto al Partido Democráta asegurará que las cosas no sean sencillas para el gobierno de Howard en la cámara alta.
Los demócratas aumentaron su participación en el senado en más de cinco por ciento, logrando un escaño por cada uno de los estados, y seguramente sea la líder del partido, Cherly Kernot, quien mantenga el equilibrio de poder en la cámara.
El analista político Brian Toohey, comentó declaraciones de Keating, quien asegura que su gestión abrió Australia al mundo, señalando que "abrirse al mundo no significa necesariamente que se puedan obtener los beneficios de ese cambio".
Toohey recordó que tras cuatro años de recuperación económica, el desempleo en Australia es de 8,6 por ciento. (FIN/IPS/tra-en/ks/lnh/lp/ip/96)