ATLANTICO SUR: Argentina informa a ONU sobre tensión pesquera

El gobierno de Argentina informará la semana próxima al secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Boutros Boutros Ghali, sobre la tensión que se vive en el Atlántico Sur a raíz de la decisión unilateral britanica de cobrar licencias pesqueras en las islas Georgias.

El vicanciller Fernando Petrella adelantó en entrevista publicada este sábado por un diario de Buenos Aires que la ofensiva prevé, además, presentar el caso ante la Organizacion de Estados Americanos (OEA) y el Grupo de Río, pero no ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

"Si llevamos el caso al Consejo de Seguridad denunciando que la paz está en peligro, estaríamos justificando la presencia militar británica en Malvinas cuando en realidad Argentina no constituye ningún tipo de amenaza", puntualizó Petrella.

La medida oficial respondió en parte a los reclamos de la oposición en su conjunto, que este viernes reclamó al gobierno que informe a Boutros-Ghali y proteste ante la OEA y el Grupo Río, pero que también informe al Consejo de Seguridad.

La crisis se desató hace una semana cuando, al comenzar la temporada de pesca de merluza negra en el Atlántico Sur, las autoridades britanicas que ocupan las Georgias del Sur, unos 1.000 kilometros al sudeste de Malvinas, decidieron cobrar un canon de 110.000 dólares a los barcos.

Un buque de bandera argentina, el Antartic III, pagó bajo protesta la licencia luego de ser amenazado con el arresto por dos barcos militares ingleses que patrullaban el área, en tanto un barco chileno fue detenido y trasladado a Malvinas por negarse a pagarla.

Las autoridades británicas consideran que se debe pagar la licencia una vez que los barcos ingresan a la zona de las 200 millas marítimas adyacentes a las costas de las Georgias, pero para Argentina ese es un derecho de país ribereno que ejerce soberanía sobre su zona económica exclusiva.

En verdad, las Georgias, junto con las Malvinas y las islas Sandwich del Sur ocupadas por Gran Bretana, son reclamadas por Argentina desde hace más de un siglo y medio.

Las Georgias están bajo la jurisdicción de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marítimos de la Antartida, firmada por más de 20 países, que regula la pesca de altura en aguas internacionales y no habilita el cobro de licencias.

La demarcación de una zona de 200 millas, fijada con el argumento de preservar los recursos ictícolas, fue anunciada por las Georgias en 1993, pero hasta ahora no se había pretendido cobrar el derecho a buques argentinos, según la cancillería del país sudamericano.

En cambio, el gobierno británico asegura que desde 1993 se les cobra a todos los barcos, aunque los argentinos (la mayoría operados por empresas de capital extranjero) no se habían interesado en la merluza negra.

La decisión británica obligó al gobierno argentino a suspender las conversaciones para un acuerdo global de pesca en el Atlántico Sur, que debía derivar en la visita oficial del presidente Carlos Menem a Londres este año.

El canciller Guido Di Tella anunció este viernes que el gobierno estudia multar a los barcos que acepten pagar el canon, ya que hasta ahora muchos, incluso de bandera argentina, están desoyendo la recomendación oficial de abstenerse de pescar en el área.

La merluza negra es una especie cada vez más cotizada en los mercados de Europa y Japon. El pez, que llega a medir hasta un metro y medio, se vende a 4.500 dolares la tonelada, según datos oficiales, pero fuentes privadas aseguran que se pueden obtener hasta 10.000 dólares.

Esto significa que incluso pagando la licencia y la multa, la explotación es rentable, por lo que muchos barcos extranjeros podríaa cambiar de bandera para seguir pescando, aun cuando ese gesto implique un reconocimiento tácito de soberanía británica en la zona.

El área de las Georgias es de las más ricas en esta especie. Allí se capturaron en 1995 más de 6.000 toneladas de merluza negra, de las cuales sólo la mitad se pescó durante el período autorizado por la Convención para la Conservación.

Entretanto, el gobierno argentino advirtió que por ahora el proyectado viaje de Menem a Londres está suspendido.

El presidente argentino reconoció que en este momento "hay tensión" en el Atlántico Sur, aunque negó toda posibilidad de un enfrentamiento bélico con Gran Bretaña como el ocurrido en 1982. (FIN/IPS/mv/ag/ip/96)

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