"entretelones" a la fama, pero no pudo impedir que "Dos gardenias" se convirtiera en una de las canciones cubanas más conocidas en el mundo.
"Uno tiene que ser como es siempre. No detenerse", repetía Isolina. Ante el público era hermética, cortés, amable. A la prensa contestó preguntas, pero contó poco de su vida. Para la televisión trabajó alejada de las cámaras.
"Soy demasiado fea para salir en televisión", decía y escogía "el silencio" como resguardo para la labor de décadas dedicadas a actores que querían aprender a colocar la voz o a cantantes que le solicitaban clases de canto.
Reconocida maestra de más de un generación de creadores, la compositora, pianista y directora de coros de 88 años murió el 21 de febrero, en La Habana, a consecuencia de un infarto reportado por los médicos como "emotivo".
Famosa en el mundo por una sola canción, Isolina legó al pentagrama más de 300 composiciones que incluyeron operas, zarzuelas y ritmos populares cubanos como la rumba y el cha cha cha.
Todo comenzó para ella a los 10 años, cuando decidió trabajar como pianista en un cine para acompañar las peliculas silentes. Tiempo después escribiría música para filmes como el mexicano "El secreto de la señora Forbes" y el cubano "Un hombre de éxito".
Nunca pensó componer, y cuando lo hizo fue en 1935 para regalarle un vals a un amigo. En 1948 ganaba el premio de la Asociación de Críticos de Radio y Televisión a la mejor compositora por su primera canción, "Miedo de tí".
Sus obras alcanzaron gran popularidad a finales de los años 40 y en los 50 y figuraron junto a las de los grandes creadores de la época: Adolfo Guzmán, Rosendo Ruiz, José Antonio Méndez, César Portillo de la Luz y Felo Bergaza.
Por su manera de escribir canciones que "más que cantar se dicen", Isolina integra uno de los movimientos más importantes de la canción cubana que pasó a la historia como "filin".
Con cambios más en la interpretación que en los textos, el "filin" rompió con la canción plagada del ritmo lento, los acordes disonantes, las melodías cromáticas importados del blues norteamericano y del bolero mexicano y que nada tenían que ver con la música tradicional cubana.
Sin embargo, el diccionario cubano de la música sólo le dedica unas parcas palabras y en "Introducción a Cuba: La música popular", María Teresa Linares ni siquiera menciona su nombre en el capítulo dedicado a la nueva forma de hacer bolero.
Con ese misterio que rodea las grandes obra, Isolina nunca contó la historia de "Dos gardenias". Sólo dijo que eran gardenias y no rosas porque "son mas perdurables, nunca pierden su fragancia".
Para ella el secreto de aquella canción estaba en que le venía bien a todo el mundo y no volvía sobre el tan andado camino de los amores imposibles, el "todo terminó" y el "te odio".
"Dos gardenias" es la historia de un amor presente, pero que en su felicidad reconoce que puede morir algun día si adivina que "existe otro querer".
"Dos gardenias para tí, con ellas quiero decir, te quiero, te adoro, mi vida…", fue cantada por primera vez en 1948 por el portorriqueño Daniel Santos, quien fue también el primero en grabarla en disco.
Isolina recordaba haberla oído en las voces de Pedro Vargas, Leo Marini, Antonio Machín, Fernando Alvarez, Eva Garza, las hermanas Ladin, Tona la Negra, Bobby Capo. Según todo parece indicar la ultima grabación fue hecha en España, por Luc Barreto.
"La quiero. No puede ser de otra manera porque me ha dado fama internacional. Pero pienso que he escrito otras canciones con música y letras más bellas", dijo el pasado año cuando se celebraron los 50 años de "Dos gardenias".
Por esos días, como siempre fue, las noches de Isolina terminaban tarde y los días comenzaban muy temprano en su salón de música entre piano de cola, lomas de libros, partituras, el Premio Nacional de Música al conjunto de toda su obra y una de las vistas más hermosas de La Habana.
Hasta el día de su muerte, Isolina continuó su trabajo como repertorista con un grupo de alumnos y mantuvo presentaciones fijas en un museo habanero y en un centro turístico que lleva por nombre el título de su más famosa canción. (FIN/IPS/da/jc/cr/96)