ARGENTINA: Asamblea del BID obliga a poner la casa en orden

La llegada a Buenos Aires de más de 3.000 inversores y banqueros para la asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a partir del próximo jueves compromete al gobierno argentino a buscar una estrategia rápida para poner la casa en orden.

A menos de una semana de la apertura del mas importante foro sobre desarrollo y finanzas en la región, la economía argentina permanece estancada, un fenómeno que desespera al gobierno y provoca desgastantes disputas entre el presidente Carlos Menem y su ministro de Economía, Domingo Cavallo.

El primer paso en la estrategia de "barrer debajo de la alfombra" fue inmediato. El jefe de gabinete Eduardo Bauzá aseguró que tras el último choque verbal entre Menem y Cavallo que el gobierno está "sólido, fuerte y unido".

La segunda medida sería una reunión a solas entre los contrincantes para idear un plan de emergencia.

Dicho plan no tendrá quizá impacto económico en los días que faltan para la inauguración de la asamblea, pero los analistas políticos estiman que podría descomprimir el clima de desentendiemiento y tensión en el gobierno antes del arribo de los visitantes.

La incertidumbre económica no se debe a las disputas de Menem con Cavallo, sino que "ellos se pelean porque el modelo está agotado", sentenció este sábado el presidente de la opositora Unión Cívica Radical, Rodolfo Terragno.

El diputado Carlos Alvarez, líder del centroizquierdista Frente Grande, coincidió en el diagnóstico de agotamiento del modelo económico y vaticinó que las disputas continuarán en el corto plazo.

Con una tasa de desocupación creciente, que llegó a 18,6 por ciento, y un producto interno bruto que retrocedió 3,5 por ciento en 1995, ya ni el propio gobierno cree en sus promesas de rápida reactivación tras la crisis que provocó en Argentina la devaluación mexicana de diciembre de 1994.

El jueves, la tensión por la persistente recesión tuvo su pico. Menem protagonizó con Cavallo un choque considerado el más duro y frontal entre los dos conductores del programa de estabilidad económica lanzado en 1991.

Sin embargo, los analistas advirtieron este sábado que atribuir una eventual renuncia de Cavallo a la última pelea con Menem sería tan erróneo como explicar el divorcio de un matrimonio por su última discusión.

En general, los observadores coinciden en que nunca como ahora los costos de una salida de Cavallo del gabinete de Menem se acercaron tanto a los que se pagan por su permanencia en el gobierno.

Los comentaristas creen que la posibilidad de la dimisión de Cavallo ya no asusta a Menem ni al sector privado, aunque admiten que provocaría ciertos temblores.

La muestra mas cabal de esta ecuación de costos fue la reacción de la Unión Industrial Argentina, que pidió al gobierno un diálogo directo para analizar sus propuestas frente a la crisis, pero al margen del Ministerio de Economía, que "no entiende" al sector.

En ese contexto de recesión, de crisis de un modelo económico señalado como ejemplo en la región, y de división en el gobierno, serán inaugurados el jueves una serie de seminarios sobre educación, integración económica y capitales volátiles, que servirán de antesala a la XXXVII Asamblea Anual de Gobernadores del BID, a realizarse entre el 25 y el 27.

La asamblea coincidirá con la XI Reunión Anual de Gobernadores de la Corporación Interamericana de Inversiones, el brazo del BID que atiende al sector privado, en particular a la pequeña y mediana empresa.

A juzgar por las reuniones preparatorias celebradas en Washington y a las propuestas que surgieron de la última asamblea, realizada en Jerusalén, el tema central será la educación.

Pero la mayor expectativa está puesta en las herramientas que se propongan en los seminarios para controlar los capitales "golondrinas" a fin de evitar así crisis como la ocurrida en México, que sigue cosechando frutos negativos en la región.

Tal como declaró el presidente del BID, Enrique Iglesias, las medidas de control deben estar orientadas a profundizar el modelo de reformas económicas que impulsan los gobiernos latinoamericanos, y no a un cambio de rumbo.

"Los mercados son volátiles y los flujos de capital presentan peligros además de oportunidades", advirtió Iglesias en Jerusalén en abril de 1995.

"Lo que necesitamos para controlar la volatilidad es administrar bien, continuar la apertura económica, aumentar la eficiencia, profundizar el ajuste fiscal, incrementar el ahorro, privatizar, reformar los sistemas bancario y financiero y promover las exportaciones", añadió.

La receta fue seguida por Argentina, aunque sus resultados no son todo lo satisfactorios que se esperaba luego del terremoto financiero de México.

No obstante, si Iglesias repitiera este año los términos de su discurso daría un espaldarazo a Cavallo, que lucha dentro del gobierno argentino para combatir la recesión con la misma medicina que le sirvió para hacer crecer la economía a una tasa promedio de siete por ciento durante cuatro años.

La posición del ministro es mas débil que hace un año, cuando aún se le creía en condiciones de lograr la rápida superación de los efectos adversos recibidos de México.

Esta vez, será difícil convencer a la calificada audiencia de los beneficios del modelo y de la capacidad de reactivación de la economía argentina. (FIN/IPS/mv/ff/if/96).

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