Estados Unidos advirtió hoy al terminar en México una conferencia regional sobre problemas de migración, que no flexibilizará su política contra el ingreso de inducumentados y que levantará, si considera necesario, más muros en zonas de frontera.
El mundo seguirá observando lo que vio hasta ahora: más muros, más agentes, más lucha contra la inmigración ilegal, dijo en entrevista con la prensa local Doris Meissner, Comisionada del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos.
Esa declaración coincidió con el cierre de la I Conferencia Regional sobre Migración, que este miércoles y jueves reunió en la ciudad mexicana de Puebla a delegados de 10 países de América Latina. En la cita se acordó defender los derechos de los migrantes y combatir a quienes trafican con ellos.
"Lo que han visto lo seguirán viendo. Vamos a vigilar de una manera estricta la aplicación de las leyes de inmigración. Somos un país de inmigrantes, pero tenemos derecho a decidir quién ingresa al país", expresó la Comisionada.
"No puede haber una relación efectiva entre países cuando existen actividades ilegales. Hay maneras de entrar en Estados Unidos y queremos que se usen", declaró.
En los últimos meses Washington endureció sus controles migratorios en los más de 3.000 kilómetros de frontera con México, por donde se calcula intentan cruzar cada año más de un millón de indocumentados latinoamericanos.
Construcción de muros, aumento de agentes, involucramiento de militares en tareas de vigilancia e introducción de modernos equipos para detectar movimientos en las noches son parte de la nueva estrategias adoptada Washington y criticada por organizaciones humanitarias mexicanas.
La estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos de México emitió hace una semana un informe donde documenta 406 casos de agresiones y violaciones contra los indocumentados que ingresan a Estados Unidos.
En ese país "hay un incremento de posturas xenofóbicas y de discriminación racial, asi como el resurgimiento de nacionalismos, de tradiciones históricas profundas, de ideologías neofascistas, neorracistas y de supremacía de la raza blanca", afirma la Comisión.
"Los resultados (de la política migratoria) han sido increíbles en los lugares en que hemos construido muros. Se han reducido los niveles de violencia y el cruce de ilegales", señaló Meissner.
Ahora "es más difícil que nunca cruzar la frontera entre México y Estados Unidos", sostuvo.
"Los ciudadanos (estadounidenses) están preocupados por la débil aplicación de las leyes, por la inmigración ilegal y por los niveles que está alcanzado. El gobierno atiende esas preocupaciones", añadió.
Para analistas mexicanos, la arremetida del gobierno de Estados Unidos contra el paso de indocumentados latinoamericanos es parte de la campaña electoral del presidente Bill Clinton, quien espera ser reelecto en noviembre próximo.
Jorge Bustamente, presidente del Colegio de la Frontera Norte, un instituto mexicano con sede en Tijuana, ciudad cercana a la forntera con Estados Unidos, sostiene que ese país actúa con "doble moral, pues por un lado trata mal a los migrantes y por otro los usa como mano de obra barata".
California es el principal destino de los indocumentados. La actividad agricola de ese estado, que representa un tercio de las productividad global estadounidense en ese rubro, es impulsada por mano de obra principalmente de origen latinoamericano.
Estudios del Colegio de la Frontera Norte aseguran que 90 por ciento de los trabajadores agrícolas de California son mexicanos, y de ellos 60 por ciento son indocumentados.
"En Estados Unidos no hay escasez de mano de obra y no se requiere de la mano de obra de los mexicanos o de otras naciones. Lo que hay es escasez de empleadores que estén dispuestos a pagar salarios competitivos", afirmó la Comisionada del Servicio de Inmigración y Naturalización.
Decenas de indocumentados mueren cada año al intentar cruzar la frontera mexicana para ingresar a Estados Unidos. Muchos perecen ahogados, al saltar de trenes o fallecen por deshidratación o maltratos de agentes fronterizos, apunta un informe de la Universidad de Houston, Texas, dado a conocer este jueves. (FIN/IPS/dc/dg/pr-ip/96).