Los países de América del Norte y Central se reunieron hoy en esta ciudad por primera vez en la historia para concertar un manejo común del fenómeno migratorio, tema enfrentado hasta ahora con métodos casi exclusivamente policiales.
Movido por su conflicto crónico con Estados Unidos en esta área y su condición de territorio de paso y para emigrantes centroamericanos y sudamericanos, México fue el promotor de la Conferencia Regional sobre Migración a nivel de viceministros de Relaciones Exteriores y responsables del sector.
La Conferencia, que concluye este jueves, tiene lugar cuando en Estados Unidos recrudecieron acciones políticas y policiales contra los indocumentados latinoamericanos, denuncias de México y otros países latinoamericanos sobre persecuciones xenófobas.
Existe, además, la amenaza estadounidenses de levantar una muralla a través de los 3.200 kilómetros de frontera con México.
Según fuentes oficiales y organismos no gubernamentales de derechos humanos, más de un millón de indocumentados latinoamericanos, sobre todo mexicanos y centroamericanos, ingresan cada año a Estados Unidos por la frontera con México.
Las organizaciones humanitarias denuncian constantemente violaciones de los derechos humanos por la policía migratoria estadounidense, muchos indocumentados son objeto de vejámenes y algunos incluso mueren en el intento de entrar a Estados Unidos.
Al abrir los debates, el canciller México, José Angel Gurría, urgió a reforzar el diálogo y la cooperación para un análisis "objetivo y compartido" del hecho migratorio.
Gurría señaló que los flujos de población son uno de los grandes fenómenos globales contemporáneos, al que no escapa prácticamente ningún país ni región, y dijo que hoy hay unos cien millones de trabajadores migragorios a nivel mundial.
En la reunión participan delegaciones de Belice, Canadá, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Panamá, además de observadores de la Organización de las Naciones Unidas, la Comisión Económica para América Latina y la Organización para las Migraciones.
La participación de organismos internacionales y la propia Conferencia son síntomas de la gran sensibilidad actual en torno al problema, dijo Phyllis Oakley, subsecretaria adjunta para Población, Refugiados y Migración de Estados Unidos.
En su opinión, la inclusión del tema en las agendas prioritarias a nivel mundial puede llegar a favorecer la comprensión de los problemas derivados en un fin de siglo que presenta numerosos desafíos.
Las deliberaciones de Puebla deberán tener en cuenta el hecho básico de que en las regiones del centro y el norte del continente conviven países heterogéneos desde el punto de vista de los flujos migratorios.
Los observadores estiman que la delegación estadounidense pondrá el acento en el autocontrol de los flujos migratorios por parte de los gobiernos de los países emisores. En tanto, las de México y América Central pondrán énfasis en el respeto de la soberanía de los estados y los derechos humanos de los migrantes.
La eficacia, la justicia, el realismo y un enfoque integral de largo plazo es visto por todos los participantes como el único camino para reducir riesgos y fricciones.
El borrador del documento final contempla que el equilibrio entre los diversos factores e intereses será básico para valorar acertadamente las ventajas y los retos que representan los flujos de población, a fin de administrarlos más eficazmente y ponerlos bajo control.
Como telón de fondo de las deliberaciones está la necesidad de un desarrollo socieconómico cuyos beneficios lleguen a todos, desalentando los traslados compulsivos movidos por la situación de pobreza imperante en amplias zonas.
Los representantes centroamericanos coincidieron en que el aumento de la producción y el empleo, el comercio y las inversiones es una meta que debe abarcar a todo plan migratorio.
Georges Tsai, viceministro adjunto de Ciudadanía e Inmigración de Canadá, consideró "posible y conveniente" establecer acuerdos que regulen los flujos de las personas contemplando los objetivos de cada país.
Gurría dijo que México, el mayor emisor de migrantes, tiene entre sus prioridades la creación de condiciones para que sus ciudadanos puedan desarrollar su productividad y su talento dentro del país.
"Trabajamos en la construcción de un México capaz de ofrecer altos niveles de vida y seguridad en el empleo", aseguró.
Estadísticas oficiales y de instituciones académicas coinciden en que más de la mitad de los 92 millones de mexicanos se encuentran debajo de la línea de pobreza, incluyendo unos 20 millones que viven en condiciones de pobreza extrema.
Uno de los puntos que tratará la reunión será el combate a las redes de traficantes de indocumentados y falsificadores de documentos, que han proliferado y lucran con las carencias regionales.
A este respecto, las posiciones oscilan entre un enfoque simplemente represivo y otro postula la moderación y la tolerancia. (FIN/IPS/emv/ag/pr/96)