La crisis de la escasez de agua en todo el planeta es la última en la lista de peligros que acechan a la vida humana, advirtió hoy la ONU en el Día Mundial del Agua.
Tras el reconocimiento mundial de las consecuencias del recalentamiento gobal, la destrucción del ozono y la pérdida de bosques vírgenes, los gobiernos deben planificar a largo plazo el aprovechamiento sostenible del agua, sostuvo el Centro para Asentamientos Humanos del organismo internacional (Hábitat).
El mundo pierde rápidamente el líquido vital para beber y regar, mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que la escasez podría desatar guerras, afectar la producción de alimentos y convertirse en una nueva fuente de expansión de enfermedades y pestes en el mundo.
Este año el tema del Día Mundial del Agua es "Agua para las ciudades sedientas", con actividades especiales en la capital de China.
La severa escasez de agua del mundo se percibe con más intensidad en las 25 megaciudades del planeta, 17 de las cuales se encuentran en la región Asia-Pacífico.
"Uno de los mayores desafíos del futuro próximo será la provisión adecuada de agua para la industria, la agricultura y el creciente número de residentes urbanos, en especial los pobres de las ciudades", dijo el representante de Hábitat Wally N'Dow.
En el próximo milenio, las ciudades del mundo tendrán que asegurar agua potable y redes sanitarias para sus residentes y lograr que las cantidades limitadas del líquido no sean desperdiciadas o contaminadas.
Según Hábitat, las ciudades del mundo desperdician y contaminan la mitad del agua disponible, volviéndola inutilizable.
Las señales de la crisis ya son evidentes: la epidemia de cólera en Perú en 1991, la "marea roja" que envenena los peces y mariscos en muchos países de Asia y protestas por el agua en ciudades del sur de Asia.
Pero el mayor número de muertos provocado por el agua contaminada proviene del silencioso aumento de las enfermedades expandidas en ese medio, que matan a cuatro millones de niños cada año. La deshidratación causada por diarreas infecciosas es común en muchos países.
El agua será un tema prioritario de la próxima conferencia Hábitat II, a realizarse en junio en Estambul, y en relación a las ciudades, el temario subrayará el desperdicio del agua por roturas en la red de abastecimiento, el robo del líquido y la contaminación.
Actualmente 60 por ciento del agua potable del mundo en desarrollo se pierde por estas causas, y evitándolo se duplicaría la entrega a los consumidores.
Algunas ciudades han demostrado con su ejemplo que esto es posible. Sao Pablo, en Brasil, redujo la cantidad de agua perdida en roturas a la mitad durante los últimos 10 años, según datos de Hábitat.
También hay ejemplos de organización comunal de los habitantes más pobres en la instalación de comités de regulación del abastecimiento de agua, como en la zona marginal de Dharavi, en las afueras de Bombay, donde viven 400.000 personas.
Hábitat considera que la reducción del desperdicio del agua y las iniciativas no gubernamentales obligará a las autoridades locales y nacionales a cumplir sus obligaciones al respecto.
Los gobiernos pueden trabajar con empresas privadas para mejorar la eficiencia del aprovechamiento del recurso y proteger sus fuentes, recomendó Hábitat. (FIN/IPS/tra-en/kd/cpg/lp/en/96)