El agua dulce podría escasear en los próximos años en los campos y ciudades de Asia, que consume la mitad de los recursos de dicho elemento en todo el mundo, advirtieron analistas y organismos internacionales.
Así como los años 70 estuvieron marcados por una crisis de petróleo, los analistas señalan que una "crisis de agua" se cierne sobre la región, donde la demanda crece junto con la población, la urbanización no controlada y la irrigación agrícola.
"Los suministros de agua dulce de Asia representan actualmente un tercio de lo que fueron en los años 50", advirtió Obaidullah Khan, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en la región de Asia y el Pacífico.
"Para el año 2000, los asiáticos utilizarán 60 de cada 100 litros", afirmó Khan durante una visita a Manila, este mes.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), que conmemora este viernes el Día Mundial del Agua, previno sobre una "crisis monumental" del elemento para el año 2010 en caso de que no se tomen medidas para impedirla. Los países pobres llevarían el mayor peso de la crisis.
"Esta escasez amenaza la salud, la agricultura, la industria y por tanto la economía, y su costo humano es muy alto", señaló Wally N'Dow, director del Centro de Naciones Unidas para Asentamientos Humanos y secretario general de la conferencia Habitat II, que se celebrará en junio en Estambul, Turquía.
La disponibilidad de agua por habitante de la región se redujo aproximadamente 50 por ciento entre 1955 y 1990, y varios países ya experimentan problemas, según el Instituto Internacional de Investigaciones Arroceras (IIIA) de Filipinas.
También se predice escasez crónica de agua a corto plazo en el norte de China y en el sur y oeste de India, y problemas de abastecimiento en Sri Lanka, Pakistán y Corea del Sur.
"Los recursos de agua dulce de la región están amenazados no sólo por su creciente demanda, sino también por la disminución de su calidad -causada por la contaminación y la intrusión de agua salada- y la reducción de su cantidad, a causa de la sobreexplotación", señaló el Banco de Desarrollo de Asia.
La población urbana de Asia no está exenta de este tipo de problemas. En la capital de Filipinas, el agua salada de la bahía de Manila se filtra en el suministro de agua potable de los residentes, que sobreextraen agua subterránea de capas cada vez más profundas utilizando bombas de alta potencia.
Una intrusión salina similar daña la calidad del agua en Jakarta, y el uso excesivo de agua subterránea constituye un problema en Tailandia. En Bangladesh y Pakistán, la sobreexplotación de pozos produjo escasez y contaminación de agua potable.
La irrigación agrícola, de la cual depende el necesario aumento de la producción de alimentos, insume en Asia 86 por ciento de los recursos de agua dulce, mientras en América y Europa insume menos de la mitad.
La región posee más de 50 por ciento de los 253 millones de hectáreas de tierra irrigada del mundo, y el aumento de la producción de granos en las últimas décadas fue posible gracias al incremento de la irrigación.
Sólo el cultivo de arroz requiere cantidades colosales de agua. El arroz insume 7.650 metros cúbicos de agua por hectárea, mientras el trigo sólo necesita 4.000 metros cúbicos. El IIIR afirma que la producción de un solo kilogramo de arroz requiere 5.000 litros de agua.
Las anegaciones, que ocurren cuando el agua subterránea sube hasta el suelo y vuelve a la tierra improductiva, afectan a seis millones de hectáreas de tierra irrigada en India, y también fueron reportadas en Malasia e Indonesia. La salinidad degradó casi 10 por ciento del suelo irrigado de Pakistán.
El agua potable también se está transformando en un bien precioso y costoso en las ciudades de Asia, donde vivirán la mitad de los habitantes de la región para el año 2020.
Sólo 70 por ciento de los asiáticos tuvieron acceso a agua "segura" en 1990. Gran parte del 30 por ciento restante pertenece a los sectores urbanos pobres, que constituyen un tercio de la población urbana de Asia y generalmente carecen de los servicios básicos.
El lema elaborado por el Centro para Asentamientos Humanos de la ONU para el Día Mundial del Agua es, precisamente, "Agua para las ciudades sedientas". (FIN/IPS/tra-en/js/ral/ml/en/96)
