Pan, pizza, roscas y pasta al estilo occidental, en lugar del tradicional arroz, son cada vez más preferidos en Asia a la hora de sentarse a la mesa.
El gusto por la comida extranjera crece a mendida que aumentan los ingresos y surge una próspera clase media que altera la dieta de las anteriores generaciones de asiáticos.
Mientras el arroz es desplazado como alimento básico de la región, muchos países importan trigo, frijol de soja y carne de vaca, pese a las advertencias de algunos expertos sobre la dependencia de productos alimenticios.
"La prosperidad del sudeste asiático podría conducir a una creciente dependencia de la importación de alimentos", advirtió Jeff Atkinson, del grupo australiano Community Aid Abroad, en una conferencia sobre alimentación celebrada recientemente en Manila.
"Además, la gente se inclina por alimentos que no se producen en la región o sólo se producen en cantidades limitadas, y de esta forma se invertirán cada vez más divisas en la importación de alimentos que únicamente los ricos pueden adquirir", agregó.
Incluso en Japón, donde la cultura del arroz es un pilar del orgullo nacionalista, la apertura de su mercado y la permeabilidad de los más jóvenes a las influencias occidentales está cambiando los hábitos.
Pero expertos en seguridad alimentaria advierten que la dependencia de alimentos que un país no produce, en especial si tiene las carencias nutricionales que sufren muchas naciones asiáticas, lo hacen vulnerable a mercados volátiles y en el largo plazo amenazan la seguridad.
El sudeste asiático es uno de los mercados de más rápido crecimiento para el trigo de Estados Unidos, Canadá, Europa y Australia, los mayores productores del grano del mundo.
El consumo de trigo en Filipinas aumentó de 16,3 a 24,5 kilogramos por habitante entre 1980 y 1990, mientras el consumo de arroz disminuyó de 303 a 282 gramos por día entre 1987 y 1993.
La tradicional dieta filipina basada en pescado y verduras está siendo sustituida por huevos, pollo y carne de vaca. "La mayoría de los nuevos artículos de la dieta filipina son importados o producidos con pienso o vitaminas importadas", señaló Francisco Lara, del Consejo para la Seguridad Alimentaria y el Comercio Justo.
Las importaciones de trigo crecieron en Filipinas 10,4 por ciento al año entre 1983 y 1993. En Malasia y Tailandia, el consumo de arroz decreció, a medida que aumentan los ingresos y el consumo de trigo y carnes.
El consumo de trigo creció 5,6 por ciento al año entre 1980 a 1990 en Indonesia, y 7,5 por ciento entre 1980 y 1993 en Malasia. "El aumento sustituirá al arroz", predijo Nguen Srisuraksa, del Centro de Planificación del Desarrollo Agrícola, en Tailandia.
Aunque el sudeste de Asia produce carne de cerdo y aves, no está capacitado para la producción de carne de vaca, que necesita espacio para el pastoreo.
No obstante, el cerdo, la carne de vaca y el pollo son cada vez más consumidos en Asia, pasando de 43,6 toneladas métricas hace cinco años a 57,4 millones de toneladas en 1994.
Kevin Watikins, de la organización Oxfam, con sede en Gran Bretaña, señaló que la popularidad de los alimentos extranjeros en Asia no se debe solamente al aumento de la riqueza, sino también a la agresiva creación del mercado por exportadores occidentales como Estados Unidos y Europa.
Los críticos sostienen que esquemas como el programa de promoción de exportaciones de Estados Unidos conocido como EEP y la ley 480 han atraído a los países asiáticos, que ahora compran trigo más barato y subsidiado.
Entre 1992 y 1996, el EEP entregó a Asia más de 1.000 millones de dólares en ventas de trigo, mientras Filipinas compra ahora a Estados Unidos más de 90 por ciento del trigo que consume. Australia y Canadá dominan en Indonesia y Malasia.
Un informe producido en 1995 por la embajada de Estados Unidos en Manila reveló que el trigo, un cultivo foráneo, "está superando al arroz en la dieta urbana".
La demanda de pan, pizza, roscas y pasta crece junto a las importaciones de trigo, indicó el informe. Además, Estados Unidos pretende vender carnes de res y aves, productos lácteos y alimentos procesados a Japón, Corea de Sur y Taiwan. (FIN/IPS/tra-en/js/ml-lp/dv/96)