Organizaciones no gubernamentales (ONG) lanzaron en la capital de Burkina Faso un plan de acción para combatir en Africa la impunidad de los responsables violaciones de derechos humanos y asegurar la justicia y la democracia.
El plan, aprobado a fines de la semana última por 50 representantes de ONG africanas e internacionales, anuncia una campaña para llevar ante la justicia a individuos e instituciones acusados de ataques a los derechos humanos.
El documento también promueve la independencia de los tribunales de justicia y exige a los estados compensaciones para las víctimas de los delitos considerados.
Así mismo, los participantes de la reunión, que fue organizada por el Centro Internacional por los Derechos Humanos y el Desarrollo, con sede en la ciudad canadiense de Montreal, exhortaron a la Organización de Unidad Africana (OUA) a incorporarse a la lucha contra la impunidad.
Edward Broadbent, presidente del Centro Internacional para los Derechos Individuales y el Desarrollo Democratico, destacó que la impunidad no es compatible con la creación de democracias fuertes y estables y la OUA debe entonces tener papel importante en la campaña por combatirla.
La impunidad "es un azote no sólo de varios países del continente, sino de otros lugares del mundo", puntualizó Broadbent. Entonces, "la batalla no puede ser librada sin la participación de todos".
El plan de acción preparado en Burkina Faso será presentado a la cumbre de jefes de gobierno de Africa, a realizarse dentro de tres meses en Yaounde, Camerún.
Al tanto del peligroso precedente que representaría la impunidad de los culpables del genocidio de 1994 en Ruanda, la Comisión Africana para los Derechos Humanos solicitó la plena colaboración de la OUA con el tribunal internacional creado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
También pidió a los estados africanos una reforma legislativa para la detención, extradición y enjuiciamiento ante el tribunal de la ONU de los responsables de los crímenes en Ruanda.
Sólo Zambia y Camerún han procedido a la detención de sospechosos de intervenir en la masacre de Ruanda, donde se contaron casi un millón de víctimas. Otros supuestos culpables se encuentran en Zaire y Kenia.
Las ONG congregadas en Burkina Faso convinieron la creación de una red panafricana de información para sensibilizar al público del continente respecto de hechos positivos o negativos en el áerea de los derechos humanos.
Los participantes observaron que Africa ha recurrido a menudo a leyes de amnistía para poner a salvo de la persecución legal a culpables de delitos contra los derechos humanos.
Las razones esgrimidas han sido la necesidad de preservar la unidad nacional y de evitar la profundización de divisiones políticas, étnicas o socioculturales.
Las ONG rechazaron toda justificación de la impunidad. "Poner las violaciones fuera del alcance de las cortes de justicia es una decisión contraria las leyes", dijo Halidou Ouedraogo, presidente de la Unión Interafricana de Derechos Humanos.
"Es imprescindible que los defensores de derechos humanos insistan en la aplicación de las normas internacionales para castigar toda violación", afirmó Ouedraogo.
Agregó que la amnistía puede concederse en determinadas circunstancias, pero "no puede tener el sello de la aceptación internacional".
El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha dictaminado que la mayoría de las leyes de amnistía son incompatibles con el Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, especialmente con los artículos que prohiben la tortura y contemplan compensaciones para las víctimas.
"Todas las violaciones (de derechos humanos), ya sean antiguas o recientes, deben ser juzgadas en audiencia pública", exigió Ouedraogo. Añadió que hay plena impunidad para transgresores de derechos humanos en Zaire, Togo, Liberia y Argelia.
Así mismo, los asistentes a la reunión descataron que investigadores de las violaciones han sido asesinados, sometidos a violencia física u hostigados.
La Comisión Internacional de Juristas (CIJ), que participó en la reunión de Burkina Faso, informó que abogados y jueces fueron perseguidos en 1994 en 17 países de Africa.
En el mismo año, 572 juristas sufrieron persecución en todo el mundo en 1994, 72 fueron asesinados, tres desaparecieron, 24 padecieron tortura y 177 fueron detenidos, segun el informe de la CIJ. (FIN/IPS/tra-en/ag/kb/ff/hd/96).