Una mejor salud mediante una adecuada distribucion de los recursos y nuevas inyecciones de dinero es la terapia que propone el Banco Mundial para Africa, en informe presentado a un seminario de cuatro dias que comenzó hoy en esta capital.
Expertos del Banco Mundial, de la Organizacion de las Naciones Unidas (ONU) y de los países africanos, se reunirán hasta el viernes en Lisboa bajo el auspicio de la Gulbenkian, una fundacion portuguesa que sostiene proyectos en el área de salud en los cinco países afrolusófonos.
Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique y Santo Tomé- Príncipe, los cinco estados africanos de lengua portuguesa, están representados en el encuentro por sus ministros de Salud.
El seminario contará con la participación del gobierno de Portugal y de otros países donantes en Africa, así como de representantes de la Organización Mundial de la Salud y de organizaciones no gubernamentales (ONG) ligadas al programa del Banco Mundial "Better Health in Africa" (Mejor Salud en Africa).
Los debates son conducidos por Ransonme-Kuti, ex ministro de Salud de Nigeria, y Leonardo dos Santos Simao, ministro de Salud de Mozambique.
Si bien las contribuciones de los donantes internacionales para la salud en el continente africano han crecido sistemáticamente desde 1981, el Banco Mundial advierte su mala distribución regional y su excesiva concentración en las grandes urbes.
El informe presentado este lunes por el Banco a los delegados denuncia que "se agravó la diferencia entre las zonas urbanas y las provincias, con clara ventaja para las primeras en términos de absorción de fondos".
El documento subraya que en casi todos los paises africanos existe un centro de salud de gran dimensión en alguna ciudad, pero que jamás llega a funcionar, por falta de recursos.
En tal sentido, uno de los objetivos del Banco Mundial es la reformulación de los parámetros para conceder financiamiento a la salud en Africa, para revertir la situación descripta.
La institución sostiene que es preciso canalizar mas recursos para los cuidados primarios y hacer llegar a todos la ayuda internacional, que representa 20 por ciento de los gastos totales de salud en el continente.
El Banco estima que a la par de esos objetivos, los países receptores deberían reformular sus sistemas de salud y crear una red de centros que cubra la mayor parte de sus territorios.
"Los países pueden demostrar su empeño en la mejoría de la salud a traves de políticas que definan objetivos concretos", y deberían poner "mayor enfasis en la rentabilización de costos y el aprovechamiento de dineros públicos", apunta el documento que los delegados debatirán toda esta semana en Lisboa.
Entre los primeros pasos recomendados, se destaca la necesidad de acabar con la brecha entre los fondos aplicados a la medicina curativa y aquellos que se destinan a los cuidados primarios, ya que éstos están muy por debajo de los otorgados a los grandes hospitales centrales.
El Banco Mundial asegura que sólo de esta forma "será posible combatir con eficacia las enfermedades más letales: las contagiosas y las de causas parasitarias, que muchas veces se convierten en epidemias".
En otro pasaje del extenso documento, se defiende una nueva filosofía, que pretende disminuir la desigualdad que existe entre los cuidados medicos prestados a las poblaciones urbanas y rurales.
Cita el caso de Nigeria, donde 90 por ciento de los servicios de salud pública y privada están concentrados en las ciudades, pese a que 70 por ciento de la poblacion de ese país de Africa occidental es rural.
Al mismo tiempo, el Banco Mundial hace hincapié en las astronómicas asimetrías entre los estados, que se traducen en que en la ciudad de Lagos, Nigeria, existe una unidad de salud por cada 200 personas, mientras considerando todo el pais, Benín cuenta con un centro de atención medica cada 129.000 habitantes.
La reunión de Lisboa es la primera de carácter internacional desde que el secretario general de la ONU, Boutros-Boutros Ghali, y el presidente del Banco Mundial, James Wolfenson, anunciaron el mes pasado una acción especial para Africa que implica un costo de 25.000 millones de dolares.
La iniciativa, sin precedentes, pretende ampliar sustancialmente en próximos diez años los servicios de salud y de educación, promover la paz y mejores sistemas de gobierno, así como aumentar la seguridad de los africanos en su alimentación y abastecimiento de agua. (FIN/IPS/mq/ff/he/96).