El gobierno de Zambia enfrenta creciente presión de los funcionarios públicos, que reclaman incrementos salariales mientras los principales acreedores del país exigen una reducción del gasto del Estado.
Los empleados públicos de toda la nación realizaron este martes una huelga que paralizó la administración. Algunos permanecieron fuera de sus oficinas, mientras otros se presentaron en ellas pero no trabajaron.
Leonard Hikaumba, secretario del Sindicato de Funcionarios Públicos de Zambia (CSUZ), declaró al anunciar la huelga que los trabajadores están cansados de esperar que el gobierno cumpla un dictamen de la Corte de Relaciones Laborales, según el cual se les debe otorgar un aumento salarial de 45 por ciento.
Hikaumba afirmó que los funcionarios deberían recibir un incremento total de 75 por ciento, dado que obtuvieron un aumento de 30 por ciento el pasado año.
"Hasta ahora sólo hemos recibido 11,5 por ciento del total prometido, y parece que el 30 por ciento extra que obtuvimos en marzo del año pasado ya no lo recibiremos", señaló el secretario.
CSUZ decidió realizar la huelga pese a una exhortación de Alex Chirwa, secretario general de la Federación de Sindicatos de Zambia, a posponer la medida hasta que el gobierno se pronuncie con claridad sobre el tema.
Pero el gobierno aconsejó a los sindicalistas que procuren una aclaración del Tribunal Supremo si consideran que la sentencia de la Corte de Relaciones Industriales fue malinterpretada, y les advirtió contra la realización de una huelga.
"No toleraremos ninguna medida de este tipo. Sabemos que sólo unos pocos la instigan, y que la mayoría de los funcionarios desean continuar trabajando", previno el portavoz del gobierno Amusaa Mwanamwamba.
Hikaumba, por otra parte, acusó a la administración de Frederick Chiluba de forzar deliberadamente al sindicato a la huelga para utilizarla como pretexto para despedir trabajadores.
El gobierno "no dispone de fondos para pagar nuestros beneficios de jubilación, y ésta es una oportunidad ideal para deponer funcionarios sin tener que pagarles nada", acusó el sindicalista.
El gobierno de Zambia fue conmocionado en las últimas semanas por una serie de protestas de trabajadores y estudiantes que exigen aumentos salariales y de subsidios, respectivamente.
Aunque el gobierno accedió a las demandas de los estudiantes, teme que la concesión del incremento solicitado por los trabajadores produzca un déficit en el presupuesto de 1.450 millones previsto para este año.
Se prevé que el ministro de Finanzas, Ronald Penza, solicitará el mes próximo nuevos créditos al Club de París, y le sería difícil justificar un aumento de salarios ante los acreedores internacionales, que exigen al gobierno una drástica reestructuración de la administración pública.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, exigieron a Zambia que reduzca a la mitad la cantidad de funcionarios públicos en un plazo de cinco años. (FIN/IPS/tra-en/jc/kb/ml/lb-ip/96)