Unos 10.000 musicos y cantores esperan la llegada del Papa Juan Pablo II a Venezuela, donde el pontifice concluira, el domingo, su decimocuarta y "alegre" gira por America Latina, para la que partio hoy desde Roma.
El caracter alegre de esta gira por Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Venezuela es subrayado con mayores aprestos festivos en esos paises, que ya visito el Papa en la decada de los 80, y donde ahora abordara problemas de menor carga politica o belica.
A bordo del avion que le lleva a Guatemala, su primera escala, el papa comento las diferencias con el viaje de 1983 a America Central, cuando la zona era "un poligono donde se enfrentaban las superpotencias".
"Nicaragua fue el punto mas dificil", dijo el Papa, y califico su encuentro de entonces con las multitudes en Managua como "casi un salto mortal".
En Managua las multitudes gritaron consignas revolucionarias durante una misa papal, autoridades en las tarimas respondieron con el puno en alto, y el Papa reprendio al sacerdote Ernesto Cardenal, entonces ministro de Cultura del gobierno sandinista, cuando este se arrodillo para saludarlo en publico.
Asimismo, el anticomunista Papa aseguro que "con la caida del comunismo, tambien cayo la Teologia de la Liberacion", que animo a sacerdotes a involucrarse en luchas politicas y sociales en America Latina.
En cuanto a Venezuela, que visito en 1985, se anuncio que criticara la conduccion economica y politica del pais, que luego de una decada de bonanza petrolera (1973-1982) no ha podido sortear las crisis, con resultado de siete millones de personas, un tercio de la poblacion, viviendo en pobreza critica.
La visita a Venezuela es evangelica, dijo el Papa a los periodistas en el avion, "pero en el Evangelio tambien hay reproches" y estimo que "la injusticia es siempre un desafio para la sociedad y la Iglesia".
Juan Pablo II subrayara las taras sociales de Venezuela con una visita a las puertas de su peor prision, el Reten de Catia en Caracas, y privilegiando la presencia de indigenas, poco asistidos por el Estado, en varios actos liturgicos.
Pero la visita tendra una cara alegre, dominada por la musica, desde antes que el Papa pise suelo venezolano, con vigilias y cantos, y musicalizacion intensa de sus actos y recorridos.
A la llegada del Papa, en la tarde del viernes, en vez de una banda marcial seran los musicos de la Orquesta Sinfonica Infantil quienes interpretaran los himnos venezolano y pontificio, y repetiran durante la despedida, el domingo.
La primera noche de Juan Pablo II en la Nunciatura, en un centrico barrio caraqueno, sera acompanada por unos 2.000 jovenes universitarios, quienes le invitaran al sueno con serenatas y se ocuparan de despertarle con canticos el sabado.
El Papa ira entonces a Guanare, un caluroso paraje llanero, 500 kilometros al sudoeste de Caracas, donde oficiara una misa en el recien estrenado templo de la Virgen de Coromoto, imagen que segun la leyenda se aparecio a indios del lugar en 1652 y es la patrona catolica de Venezuela.
Desde el viernes, grupos artisticos animaran a los 500.000 peregrinos que se espera acudan a Guanare y en la misa del sabado actuaran 70 coros con 2.000 integrantes, provenientes de las diversas regiones del pais.
En la tarde del sabado, Juan Pablo II se reunira con 2.500 "constructores de la sociedad", en el moderno teatro Teresa Carreno de Caracas, oportunidad en la cual sera objeto de un homenaje musical.
Se presentara entonces el musico popular mas querido por los venezolanos, Simon Diaz, autor de "Caballo Viejo", quien preparo para la ocasion su "Tonada del Papa amigo".
La tonada es el canto de ordeno con que los peones de la llanura venezolana acompanan su faena cada amanecer, y que Diaz, de 68 anos, se propuso rescatar por temor a que la mecanizacion de la actividad pecuaria destruyese el genero.
La manana del domingo, despues de otra noche de serenatas y vigilias con musica tradicional, el Papa oficiara una misa en un aeropuerto enclavado en Caracas, y sus desplazamientos seran seguidos por coros y grupos musicales.
Decenas de coros acompanaran la misa con un programa que intercalara cantos gregorianos con piezas de los tiempos de la colonia espanola en Venezuela, musica de grandes maestros universales y dos composiciones del venezolano Alberto Grau.
Durante uno de sus recorridos, por el municipio caraqueno de Chacao, 300 ninos cantaran al Papa con una "nota discordante": tambien elevara su voz Adrian Guacaran, protagonista musical de la anterior visita y esta vez "marginado".
Con su canto al "Papa amigo", entre miles de obreros de la sudoriental Ciudad Guayana, Guacaran, entonces un chico de 12 anos, se convirtio en obligada imagen asociada a la visita papal.
Pero al pasar los anos y hacerse hombre, Guacaran tomo el camino de un canto menos sacro y se presenta en salas nocturnas, en tanto han trascendido sus quejas porque cuando quiso mejorar su educacion vocal lo dejaron solo.
La jerarquia catolica venezolana, en cambio, sostiene que Guacaran no tomo sus ofertas de becas para estudiar musica en el exterior, y explico que para la actual visita papal "no se repiten cantantes, como es costumbre en estas giras".
El Papa se despedira en un acto con mas de 100.000 jovenes en el patio de unas instalaciones militares, amenizado por grupos de musica variada y, sobre todo, por Soledad Bravo, portaestandarte de la "cancion protesta" de los anos 70. (FIN/IPS/hm/ag/cr/96)