El Papa Juan Pablo II pidio a los latinoamericanos que trabajen por la justicia y la paz, y se comprometan en "la edificacion de una sociedad mas fraterna y solidaria", al oficiar hoy una misa en las calurosas llanuras de Venezuela.
Unos 200.000 catolicos acudieron al oficio religioso cerca de Guanare, pequena ciudad ganadera 500 kilometros al sudoeste de Caracas, donde el Papa bendijo este sabado un nuevo santuario de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela.
"Es una invitacion a revitalizar la fe, amar a la Iglesia y a la humanidad, llevar a cabo la nueva evangelizacion en la linea de las bienaventuranzas, con espiritu de pobreza y aceptacion de los sufrimientos y las persecuciones", afirmo.
Juan Pablo II completa en Venezuela su decimocuarta gira por America Latina, que le llevo ya a Guatemala, Nicaragua y El Salvador, donde critico "al marxismo y al capitalismo desenfrenados" y pidio "nunca mas guerra" en America Central.
Para Venezuela, donde en 1985 fustigo el consumismo y las practicas "disolventes de la fe" catolica, como el divorcio, el Papa reservo esta vez una critica a quienes han conducido el pais y son senalados como responsables de su empobrecimiento.
Al llegar el viernes a Caracas, el Papa se detuvo a las puertas del Reten de Catia, la peor carcel de Venezuela, donde censuro a la administracion de justicia por el trato inhumano a los presos.
Un discurso preparado para unos 2.500 dirigentes politicos, sociales, economicos y comunitarios contiene severas criticas por la desatencion a la familia y a los ninos, y les urge a deponer intereses particulares en beneficio de los mas necesitados.
Pero este sabado, a las puertas del santuario de la Virgen de Coromoto, el Papa dedico sus palabras a exaltar el culto mariano y subrayar "la importancia del testimonio materno de Maria", para "el continuo crecimiento y la expansion de la Iglesia".
Tal fue precisamente el caso de la Virgen homenajeada este sabado, pues segun la leyenda se aparecio en septiembre de 1652 a Coromoto, cacique de los indios cospes, etnia extinguida que habitaba las agrestes llanuras centrooccidentales de Venezuela.
Segun la leyenda, la senora aparecida a Coromoto insto a los indigenas para que acudiesen ante los encomenderos espanoles que se los asignaban para trabajar la tierra, y a los misioneros que les acompanaban, a fin de ser bautizados.
Coromoto accedio, pero luego se declaro en rebeldia ante las faenas y abandono con los suyos los campamentos colonizadores, por lo que la misma senora se le aparecio nuevamente, y ya entonces los indios aceptaron reducirse y cristianizarse.
La Virgen, segun la tradicion, entrego un retablo con su imagen al jefe indio y desde entonces se la venero como Nuestra Senora de Coromoto, hasta que entrado el siglo XX un historiador catolico, Nectario Maria, la promovio como patrona del pais.
Otras advocaciones de Maria en Venezuela son las virgenes del Valle, entre marinos y pescadores del este del pais, de la Chiquinquira, en el oeste petrolero, y de la Consolacion, en los Andes.
Cuando el Papa visito Venezuela en 1985 oriento su palabra hacia obreros y campesinos, entre los sectores populares, y por eso ademas de Caracas visito las ciudades de Maracaibo (petroleo), Ciudad Guayana (acero) y Merida (agricultura).
La jerarquia catolica venezolana y los fieles abogaron esta vez por la visita a Guanare, y el gobierno del presidente Rafael Caldera, un socialcristiano de 80 anos, acelero los trabajos finales del nuevo templo de la Virgen de Coromoto.
Para subrayar ademas la relacion evangelizadora entre la Iglesia y los indigenas, algunos de ellos, en representacion de los 30 pueblos del pais, unos 300.000 personas en total, menos de dos por ciento de la poblacion, participaron en la misa de Guanare y entregaron obsequios a Juan Pablo II.
La mayoria de quienes escucharon al Papa provenian de los estados llaneros y los cercanos de los Andes, pero tambien acudieron peregrinos de Brasil, Colombia, las Antillas Holandesas y Trinidad-Tobago. (FIN/IPS/hm/ag/cr/96)