El ataque perpetrado por un comando suicida en el corazon de la capital de Sri Lanka, que tuvo un saldo provisorio de 72 muertos, fortalecio la posicion de los grupos politicos que solo aceptan soluciones de corte militar a la guerra contra los separatistas Tigres de Tamil.
El gobierno anuncio este jueves, en su primera declaracion publica tras el atentado que el miercoles destruyo el Banco Central, la intensificacion de las operaciones del ejercito contra los Tigres, a quienes responsabilizo del hecho.
El Ministro de Justicia, G.l. Peris, recomendo al gabinete redoblar la ofensiva contra los separatistas "en el norte y en el este" del pais, aunque no solo por medio de la fuerza militar, sino tambien con "vigorosas iniciativas politicas".
Pese a la recomendacion complementaria de acciones politicas formulada por Peris, los analistas creen que el ataque lanzado en el distrito financiero de Colombo aleja toda posibilidad de resolver mediante la negociacion la guerra civil que se libra desde hace 13 anos en Sri Lanka.
Los autores del atentado guiaron un camion cargado de explosivos contra el enrejado de hierro que rodeaba el edificio del Banco Central y, en una operacion suicida, lo hicieron estallar.
Oficialmente se cuentan ya 72 victimas, mientras los hospitales han recibido a cientos de heridos, algunos en estado critico.
Segun los comentaristas, la reaccion de la mayoritaria etnia cingalesa ante la muerte de civiles ajenos a la guerra multiplicara las dificultades que encuentra la presidenta Chandrika Kumaratunga para realizar concesiones a la minoria tamil.
Extremistas cingaleses se oponen a la propuesta del gobierno de reformar la Constitucion unitaria para devolver poderes a las provincias.
El gobierno, que no dispone de mayoria en el parlamento, confia en ganar dos proximas elecciones provinciales y obligar luego al opositor Partido Nacional Unido a apoyar sus iniciativas de paz.
Mientras, los equipos de rescate aun trabajan entre los escombros del edificio del Banco Central, de nueve pisos, que se incendio despues del estallido de la carga de bombas. Las fuerzas de seguridad suponen que al menos 40 empleados del banco estan atrapados en los sotanos del local.
Ocho edificios vecinos al Banco Central tambien sufrieron grandes danos. El lugar se halla en una via publica de denso trafico y cerca de las oficinas de la Presidencia, de la cancilleria, del cuartel general de la Marina de guerra y de filiales de bancos extranjeros.
Aunque los Tigres no reivindicaron el ataque, la policia aseguro haber identificado a dos integrantes del comando suicida como miembros de la organizacion rebelde.
Los Tigres, que se atribuyen la representacion de la etnia tamil, perdieron en diciembre la ciudad de Jaffna, su bastion en el norte del pais, y las autoridades creen que el atentado contra el Banco Central fue una venganza.
El ejercito capturo Jaffna al cabo de una batalla de 47 dias. La caida de su baluarte represento un golpe moral para los Tigres, que se vieron forzados a trasladar sus bases a las areas que aun controlan.
Tras la victoria de Jaffna, Kumaratunga ofrecio la amnistia a los insurgentes que aceptasen deponer las armas, pero los Tigres respondieron que reconquistaran aquella ciudad, que fue su capital durante cinco anos.
La seguridad fue reforzada en toda la isla de Sri Lanka luego de la batalla por Jaffna, en prevencion de atentados como el de este miercoles en Colombo.
El jefe interino de policia, Mithra Aryasinghe, informo que el camion cargado de explosivos llego a Colombo el martes, procedente de la noroccidental localidad de Vavuniya. Las bombas estaban ocultas en sacos de salvado y grano de arroz.
"Las medidas de seguridad no podian ser mas severas", aseguro Aryasinghe.
Pero el lider opositor Ranil Wickremasinghe considero insuficientes los mecanismos de seguridad dispuestas en la capital. "Es lamentable que el gobierno no evaluara la situacion, ya que se aguardaba un atentado en Colombo", dijo Wickremasinghe.
Observadores politicos consideran que la operacion contra el Banco Central no dejara a Kumaratunga otra alternativa que convocar a elecciones generales, si pretende mantener su plan de paz. (FIN/IPS/tra-en/rs/an/ff/ap ip/96).
