Este lunes se realizarán en Sierra Leona las primeras elecciones multipartidarias desde 1977, tal vez la única perspectiva de salvación para este empobrecido país de Africa occidental, asolado por la guerra y la corrupción.
Los 4,5 millones de habitantes de Sierra Leona fueron regidos por regímenes de partido único desde 1978 hasta 1992, y desde entonces por una dictadura militar, a lo cual se sumó, a partir de 1991, una guerra civil que ha causado la muerte de al menos 10.000 personas.
Inmediatamente después de la independencia de Gran Bretaña en 1961, Sierra Leona parecía tener un futuro brillante.
Una democracia pluralista, una economía boyante basada en los diamantes, el oro, la bauxita, el hierro y el titanio, a lo que se podía agregar una infraestructura modesta pero funcional y unas instituciones educacionales bien establecidas.
Todo esto ha prácticamente desaparecido. Las minas de bauxita y titanio han sido expoliadas por los rebeldes del Frente Unido Revolucionario, que se levantaron contra el entonces presidente Joseph Momoh y continuaron la lucha cuando el regimen fue derrocado por los militares en 1992.
Más de la mitad de las reservas de diamantes han sido llevadas ilegalmente al extranjero. En la actualidad, Sierra Leona es uno de los países más pobres del mundo, con un ingreso por habitante de sólo 160 dólares al año.
La degradación económica, social y política que Sierra Leona ha sufrido en las últimas décadas ha imbuído de nostalgia a sus habitantes, que añoran el próspero pasado.
Algunos incluso han sugerido volver a la dependencia colonial de Gran Bretaña, que ha proporcionado cinco millones de dólares para financiar las elecciones del día 26.
La gente siente que la vida era mejor antes de la independencia, cuando no había escasez de lo más esencial como el arroz, que el país producía en condiciones de autosuficiencia. Ahora Sierra Leona debe importar casi todo el arroz que consume.
La revista católica Catalyst quiso reflejar el sentimiento de la mayoría esta semana, cuando dedicó a las elecciones una edición especial, con un comentario editorial que cifra todas las esperanzas en el cambio democrático.
"Sierra Leona puede volver a levantarse. Sus hijos e hijas pueden recuperar su dignidad y autoestima. Este deplorable estado de postración puede convertirse en un asunto del pasado, una cuestión histórica", afirmó la revista.
James Jonah, presidente de la Comisión Nacional Electoral Interina, dijo a IPS que "el liderazgo puede traer enormes consecuencias. La clase de dirección que nosotros mismos hemos podido realizar, demuestra que se puede hacer un trabajo honesto en este país".
"El país necesita un liderazgo que dé el ejemplo, una conducción basada en la integridad", agregó Jonah.
También el periódico radical For di People, editado por jovenes entre 30 y 40 años, mostró su optimismo. "Vemos las elecciones del 26 como una especie de renacimiento", dijo a IPS Olu Awoonor Gordon, de 35 años, miembro del cuerpo editorial.
"Esta es la primera vez en 28 años que el pueblo de este país tendrá la oportunidad de elegir a sus dirigentes", agregó. "La diferencia será que podremos tener un gobierno legítimo y responsable". (FIN/IPS/tra-en/lf/kb/arl/ip/96)