Mas de 1.000 refugiados vietnamitas intentaron hoy detener un avion que deporto a Vietnam desde esta ciudad de la provincia de Palawan, Filipinas, a un primer grupo de 84 personas.
El primer grupo de 84 refugiados repatriados este miercoles vestia camisetas rojas entregadas por el gobierno. Los 2.300 restantes en el campo deberan ser deportados antes del 26 de junio, plazo fijado por Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el gobierno de Filipinas.
Efectivos militares utilizaron vehiculos cisterna para dispersar a los manifestantes que protestaron contra la repatriacion, despues que varios soldados fueron vistos provocando y agrediendo a los lideres de la protesta.
El sabado, unos 300 efectivos militares con armas automaticas rodearon las miseras viviendas de los refugiados, incluyendo un templo budista, detuvieron a los refugiados destinados a volver a Vietnam y los trasladaron a cuarteles militares.
La Iglesia Catolica se ofrecio a ocuparse del Primer Campo de Asilo de Filipinas una vez que la ONU se retire, el 16 de marzo. "La iglesia ha dicho que la repatriacion forzada es inhumana", senalo Le Pascale, trabajadora voluntaria en el campo.
Las autoridades se oponen a la idea de que los refugiados vietnamitas se integren a la sociedad filipina. "Prefeririamos que se fueran", dijo el gobernador Salvador Socrates en una entrevista.
Segun el plan de la iglesia, los refugiados podran permanecer "por su propia cuenta" durante al menos seis meses "para estimularlos a aceptar la repatriacion voluntariamente porque asi se daran cuenta que la vida aqui es tan dura como en Vietnam", dijo Pascale.
Aquellos que se niegan a dejar Filipinas obtendrian asistencia de la iglesia para integrarse a la sociedad, anadio la voluntaria.
El gobierno todavia debe responder a la propuesta de la iglesia, pero los lideres religiosos creen que lograron una gran victoria cuando el presidente Fidel Ramos acordo este martes con la Conferencia de Obispos Catolicos de Filipinas no forzar a aquellos que no quieren dejar Palawan.
No obstante, el jefe del comando occidental mayor general Carlos Tanega dijo antes de que comenzara la repatriacion que "la cuestion del uso de la fuerza es inevitable para repatriar. Al final del dia, alguien debe ser forzado. Espero que no lleguemos a ese punto".
"No somos culpables. Pedimos libertad", se leia en las pancartas desplegadas por los refugidos. Los militares, con la ayuda de camiones cisterna, tomaron unos 45 minutos para dispersar a los manifestantes y dejar libre la pista para el despegue del avion.
Una religiosa que trabaja con los solicitantes de asilo denuncio a ACNUR por "forzar a gente que no quiere volver a su pais".
Una mujer vietnamita que se identifico como Lan entrego una nota a un periodista local diciendo "No quiero regresar a Vietnam porque amo Filipinas. No tengo familia en Vietnam. Me case hace un ano y estoy embarazada de dos meses".
Doc Tanh Hoc, de 25 anos, dijo que sus familiares estan en Estados Unidos, y se pregunto como podria su nombre figurar en la lista de repatriados, ya que no tiene familia en Vietnam.
Algunos de los refugiados iniciaron una huelga de hambre a comienzos de esta semana, con la esperanza de llamar la atencion de la comunidad internacional y protestar ante la politica del gobierno filipino que, segun afirman, utiliza la fuerza en su contra. (FIN/IPS/tra-en/ra/lnh/lp/pr/96)