El primer ministro de Portugal, Antonio Guterres, designó hoy un prestigioso jurista como inspector general de Policía, para acabar con los abusos y torturas que inscriben al país en las listas negras de derechos humanos.
Guterres nombró en ese cargo al actual viceprocurador general y ex miembro del Tribunal Supremo, Antonio Rodrigues Maximiano, quien dependerá directamente del Ministerio del Interior, actuará de acuerdo con las quejas de los ciudadanos y realizará inspecciones regulares.
El viceprocurador general fiscalizará a la Policía de Seguridad Pública, la militarizada Guardia Nacional Republicana, el Servicio de Extranjeros y Fronteras y los Servicios de Información y Seguridad, la policía secreta portuguesa.
Rodrigues Maximiano es una de las personas más respetadas en materia de derechos cívicos y justicia en Portugal. El funcionario se destacó en la lucha contra la corrupción en el aparato administrativo del Estado.
El funcionario se presentó hace cinco años en una comisaría de la Guardia Nacional Republicana en su carácter de viceprocurador general para arrestar al oficial a cargo y a sus 35 subordinados por acusaciones de violaciones a los derechos humanos en el cuartel.
Rodrigues Maximiano aseguró que no interferirá desde su función en el desempeño profesional de las cuatro organizaciones policiales a su cargo, pero sí en la evaluación de su actuación.
"El cuadro es muy claro. Debemos exigir eficacia a las instituciones policiales, que, sin embargo, tienen como límite los derechos fundamentales de los ciudadanos", puntualizó.
En cuanto a los Servicios de Información y Seguridad, acusados de investigar a opositores al anterior gobierno de centroderecha liberal (1985-1995) de Anibal Cavaco e Silva, el funcionario admitió que se trata de "una institución completamente desacreditada".
Su desprestigio procede "de su práctica, de su carácter misterioso y de la memoria histórica de la Policía Internacional de Defensa del Estado", brazo represivo de la dictadura corporativista que gobernó Portugal entre 1926 y 1974.
Un servicio secreto "no debe ser un misterio, algo que nadie sabe lo que es, porque en democracia no existe nada peor que el misterio", dijo Rodrigues Maximiano. (FIN/IPS/md/mj/eu ip hd/96)
