El ex primer ministro de Italia, Antonio Maccanico, está llevando a cabo la ambiciosa operación política de constituir una gran fuerza de centro, tras el fracaso de su intento de formar gobierno.
Maccanico se abocó a la tarea de ocupar ese espacio político que dejó la desaparición de la Democracia Cristiana (DC), en 1994, inmediatamente después de haber renunciado, el día 14.
Para esto está conversando con algunos "pesos pesados" de la política italiana que se han mantenido independientes, como el actual primer ministro renunciante Lamberto Dini y el ex jefe del gobierno Carlo Azeglio Ciampi (1993-94).
También ha mantenido contactos con políticos que pertenecieron a partidos hoy desaparecidos, como el socialista Giuliano Amato, último jefe de gobierno de esa fuerza (1992), y Mino Martinazzoli, último secretario general de la DC.
Maccanico adelantó que este movimiento político se unirá a la coalición de centroizquierda, como contrapeso a la fuerza decisiva que tiene en ella el ex comunista Partido Democrático de Izquierda (PDS).
En este nuevo movimiento deberían entrar también los grupos laicos socialistas que ya integran la coalición, aunque no de manera organizada como pretende Maccanico, un prestigioso constitucionalista.
Maccanico había sido nombrado el día 1 por el Presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, para constituir el gobierno que debía reformar la Constitución de 1948 antes de que se realizaran las elecciones parlamentarias.
Los dos grandes bloques, la coalición de centroizquierda y el centroderechista Polo de la Libertad, aunque coincidían en la sustitución del sistema parlamentario por uno semipresidencial de tipo francés, al final no se pusieron de acuerdo, por lo que Scalfaro adelantó las elecciones para el 21 de abril.
Si Maccanico lleva a cabo con éxito esta nueva tarea que se propuso, podría ser un elemento político de gran importancia para la coalición de centroizquierda, a dos meses de los comicios.
Las encuestas indican que las dos coaliciones cuentan prácticamente con la misa fuerza electoral, de alrededor de 40 por ciento.
El lider centroizquierdista Romano Prodi, quien aprecia en forma especial la tarea de Maccanico, dijo que se pronunciará posteriormente sobre un posible pacto electoral con el movimiento federalista de la Liga Norte, que en las pasadas elecciones del 27 de marzo de 1994 apoyó a la coalición de centroderecha.
Sin embargo, a poco de constituído el gobierno encabezado por Silvio Berlusconi (mayo-diciembre de 1994), le retiró su apoyo provocando su caída.
Las encuestas le atribuyen a este movimiento un caudal electoral de cinco por ciento, concentrado en el norte del pais.
El segundo hombre de la coalición de centroizquierda, Walter Veltroni, aclaró que sólo sería posible un acuerdo con la Liga Norte si renuncia a declararse partidaria de la separación del norte de Italia, como a menudo afirma su lider, Umberto Bossi.
Sin embargo, aunque las matemáticas indicarían un posible triunfo de la coalición de centroizquierda, si tiene éxito la tarea de Maccanico y se logra el acuerdo con otras fuerzas, nada está aún definido en el siempre movedizo cuadro político italiano.
El Polo de la Libertad ha asegurado que si triunfa el gobierno será encabezado por Berlusconi, un personaje carismático que emplea muy bien la television y es propietario de los tres canales privados de alcance nacional. (FIN/IPS/jp/ag/ip/96)
