Los complejos mecanismos burocraticos y los altos costos tanto para el trabajador como para el patron son limitciones del decreto sobre inmigracion vigente en Italia, que debe ser modificado, declararon hoy fuentes sindicalistas.
La Confederacion General Italiana del Trabajo (CGIL), la mayor organizacion sindical italiana, con mas de 5 millones de afiliados, considero que debe ser anulado el decreto, que entro en vigor desde el pasado 20 de noviembre.
Segun Angelo Airoldi, secretario confederal de CGIL, hay que preparar una ley organica sobre la migracion que abarque de manera amplia el problema de la inmigracion y que no se limite a indicar una serie de normas de dificil cumplimiento.
"El bajo numero de solicitudes presentadas a las autoridades indica que no es facil para los trabajadores que no provienen de la Union Europea reglamentar su situacion", dijo Airoldi.
De los cerca de 350.000 inmigrantes ilegales que viven en Italia, solo 75.000 han presentado sus documentos para legalizar su situacion, segun datos de la CGIL.
Las autoridades italianas ampliaron en enero el plazo hasta el 31 de marzo para que los inmigrantes clandestinos, en su mayoria provenientes de paises del Tercer Mundo, regularicen su situacion.
En un seminario celebrado este lunes sobre "Los equivocos de la solidaridad" para el inmigrante, fueron denunciados los ambiguos mecanismos existentes entre el trabajador clandestino y el mercado del trabajo.
Segun los datos divulgados por CGIL, de 430.000 personas con permiso de trabajo en regla censadas por ellos, solo 125.000 estan inscritas en el servicio social y pagan sus contribuciones.
"No es automatica la relacion entre permiso de trabajo y el pago del servicio de asistencia social", aseguro Ali Baba Faye, responsable de los problemas de inmigracion de CGIL.
Segun Faye, el sindicato no logra respaldar en muchos casos al trabajador ya que este se adecua a las condiciones que le ofrecen, por lo que se detectaron abusos.
En efecto, a raiz de las nuevas normas, muchos trabajadores clandestinos, que temen perder el trabajo, se someten a las condiciones del patron sin oponerse, inclusive evitando reglamentar su situacion laboral porque impone altos costos.
Caritas, una de las mayores organizaciones catolicas que se ocupan del inmigrante, aseguro que en 1995 un total de 991.419 extranjeros vivian con permiso de estadia en regla en Italia y en ese ano los extranjeros con documentos, provenientes tanto de Europa como del Tercer Mundo, aumento cerca de 7,4 por ciento.
El ano pasado entraron legalmente a Italia 68.713 personas, la mayoria proveniente de los paises de Europa Oriental.
Las nuevas normas para la emigracion estan siendo estudiadas por el parlamento, que debera convertirlas en leyes, aunque han suscitado fuertes criticas de sectores tanto de derecha como de izquierda, por lo que su futuro es incierto.
Las normas, que son muy severas, preven la expulsion inmediata de los inmigrantes clandestinos y la condena penal para los empleadores.
El fenomeno de la emigracion hacia Italia se intensifico en los ultimos seis anos ya que era uno de las grandes naciones industriales que no habia recibido emigrantes en grandes cantidades.
Italia paso de ser la cuna de los emigrantes -15 millones de italianos emigraron tras la segunda guerra mundial- a meta de los inmigrantes en esta decada.
Sin embargo, se trata de un fenomeo muy limitado si se tiene en cuenta que el promedio de inmigrantes es de 1,6 por ciento de la poblacion (60 millones), mientras el promedio europeo es de cuatro por ciento.(FIN/IPS/jp/ag/pr/96)
